Queridos steemians,

Hoy les compartimos un festín latinoamericano que nos dimos hace algunas semanas. Este incluía comida venezolana, peruana y brasileña. También había comida argentina, colombiana, uruguaya y mexicana, pero ya no nos alcanzó el tiempo ni el estomago. Así que tendremos que regresar a probar mas cosas.

Como todos sabemos, los mercados gastronómicos llevan ya un rato "de moda" no sólo en la CDMX, sino en otras ciudades de México y el mundo. Pero vamos a enfocarnos en la CDMX: ya hay tantos, que se vuelve tarea compleja identificar cuáles son buenos y cuáles no, y en general, aunque la mayoría se mantienen, pocos han logrado establecer un diferenciador real que los distinga del resto.

No es el caso del Comedor de los Milagros, ubicado en la calle de Medellín en la Roma Sur, justo enfrente del mercado de Medellín y a unos pasos del Mercado Roma, que fue el que de alguna manera inició esta moda en nuestra ciudad. El diferenciador claro del Comedor de los Milagros vs cualquier otro, es que su oferta se enfoca específicamente en comida latinoamericana. Aquí encontrarán comida argentina, venezolana, peruana, brasileña, colombiana, uruguaya y por supuesto, mexicana.

El lugar es amplio y agradable. Cuentan con dos pisos donde logran crear un ambiente medio tropical, lleno de plantas, murales con elementos latinoamericanos y detalles que claramente buscan ser "instagrameados". La música es bastante variada y aunque pasa por el reggaeton, se enfoca más en otros ritmos latinos como vallenato, bachata, cumbias, salsas, y hasta algún bossa nova por ahí escondido. Aunque junto con la atmósfera y la comida, ni se nota tanto el reggaeton.

En la parte de abajo están todos los locales de comida, mientras que en la parte de arriba hay una barra donde preparan cocteles. El día que fuimos había una activación de Bacardí por lo que sólo había cocteles con ron, del cual la verdad no somos tan fans. Pero por lo que hemos escuchado, en otras ocasiones cuentan con una oferta más amplia de cocteles caracterizados por incorporar elementos de los diferentes países representados en la cocina del lugar, que valdrá la pena regresar a probar.

Como les comentábamos, la oferta gastronómica en el Comedor de los Milagros es bastante amplia. Después de una valoración concienzuda, nos decidimos por probar un poco de la cocina peruana, venezolana y basileira.

Para empezar, pedimos un ceviche tradicional peruano de Lima Mía. Cumple bastante bien con todos los elementos que un ceviche peruano debe tener (leche de tigre, camote, maíz tostado). El pescado está fresco y la sazón es buena. Lo único que quizá nos hizo falta fue un poco más de acidez, pero eso ya es cuestión de gusto personal. La verdad es que sí lo recomendamos.

Después, probamos un patacón venezolano mixto, relleno de pollo y res, de La Carajita. El patacón, por si no lo han probado, es algo como una plasta de plátano verde que se fríe y se sirve ya sea rellena de algún tipo de carne, acompañado de lechuga, jitomate, queso, huevo, mayonesa, cátsup y otros elementos más, o solitos, como acompañante de otros platillos. Los patacones son parte de la comida tradicional en Colombia, Venezuela y varios países del Caribe.

El patacón que probamos aquí no estaba mal, pero le faltaba algo en comparación con otros que habíamos probado antes. Otra cosa en su contra es que de tanto relleno, fácilmente perdió su integridad y fue complicado comerlo. Creemos que quizá esto también se deba a que a las croquetas de plátano les faltaba estar más firmes, quizá ayudaría que estuvieran más gruesas o más fritas. En fin, no estuvo mal probarlo pero es un platillo que no repetiríamos cuando regresemos al Comedor porque sabemos que podrían hacerlo mejor.

Rematamos con una feijoada de Meu Cocina de Barrio de Brasil. La feijoada es uno de los platos más representativos de la cocina brasileña. Más que un plato de restaurante, por lo que nos han contado nuestros amigos brasileños, es un plato casero, que representa reuniones en familia, en casa. Por lo regular se prepara los fines de semana (y así lo hacen en Meu, entre semana no lo van a encontrar) y está compuesto de frijoles negros, arroz, carne de cerdo, plátano, naranja y yuca. La acompañamos con una orden de tradicional pan de queso.

Como fans del pan de queso, les podemos decir que no es el mejor de la CDMX, pero no está nada mal y funciona para acompañar cualquier otro platillo brasileño que pidan. Y la feijoada no la habíamos probado antes así que no tenemos mucho punto de comparación, pero podemos decirles que la combinación de sabores es buena y la porción bastante generosa.

En conclusión, el lugar nos gustó. La comida (al menos lo que nosotros pudimos probar esta primera vez) podría ser mejor, pero no está nada mal para tener oportunidad de probar la oferta de diferentes países de América Latina. Los precios son más que justos y el ambiente es muy agradable como para ir a disfrutar entre amigos o para un meetup cuando decidan venir a visitarnos. También sirve que nos aclaran que tan parecida es esta versión de alimentos a los que podemos encontrar en el país de origen.

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