Con sus delicadas manos ejecutaba a la perfección el arpa, bellas y dulces melodías se escuchaban en todo el palacio, era todo un placer escuchar esas melodías.

Todos los días visitaba el palacio para poder escuchar tan dulce melodía, ella siempre estaba allí, sentada ejecutando el arpa. Verla hacía que mi corazón latiera más rápido, era muy hermosa, aunque podía notar en su cara que algo le pasaba.

Intenté varias veces hablar con ella para saber que le pasaba, pero ella no me decía nada, como si no existiera ignoraba mi presencia allí. Quería saber porque se veía tan triste casi siempre que tocaba el arpa, no me rendí y sin importar lo que pasará descubriría la razón de su tristeza.

Repartía alegría a todos con sus dulces melodías, pero ella entristecía al tocar el arpa, poco a poco pude acercarme más a ella hasta que por fin pude saber la razón por la cual ella se sentía triste.

Esas dulces y bellas melodías, que alegraban a todos a ella le recordaban el pasado, un pasado que ella deseaba olvidar. Y es que ella sufrió mucho por aprender a ejecutar el arpa, algo que ella nunca quiso hacer. Obligada desde pequeña a tocar el arpa, la lastimaban si se equivocaba al tocar, no le permitían hacer nada ni salir a ningún lugar, solo vivía para poder ejecutar de forma perfecta el arpa, era como una maldición.

Muchos años de su vida dedicados a hacer algo que ella nunca quiso hacer, y que seguiría haciendo sin que ella desease hacerlo. Me contó muchas cosas que le sucedieron por culpa del arpa, y que ella ya no quería tocarla, pero se lo imponían.

Decidí ayudarla a escapar, ya que era la única manera en la cual ella iba a poder ser feliz, pero lamentablemente no pude hacerlo. Y es que el día de su escape, el cual ya habíamos planeado con anticipación, por la mañana simplemente desapareció. Nadie dijo nada, ella simplemente se fue y nadie sabía a donde, pensé que quizás se había escapado sola, pero ella no sería capaz de hacerlo, tenía tanto miedo que por eso pidió mi ayuda para escapar.

No pude hacer nada por ella y eso me sigue doliendo, saber que ella hacia feliz a los demás y que al mismo tiempo ella sufría era algo que no podía dejar de pensar.

Al final nunca supe que le había sucedido, si acaso alguna vez pudo ser feliz.