Hola Hola! Espero que estén muy bien, viviendo y sonriendo a pesar de las vicisitudes que puedan presentarse, recordemos que son parte del camino y que nos llena de aprendizaje.

Ser una mujer fuerte y sonriente… es ser esa mujer que ha sobrevivido a las batallas que jamás nadie podría imaginar, llenita de cicatrices de guerra, de enseñanzas gigantescas, que llenan al espíritu de vida, de ilusiones, de aromas y de sueños por seguir luchando.

En este momento mi alma todavía no puede hacer conexión con mi mente y mi cuerpo, duele el último rincón de la existencia, necesito recoger mis pedazos y volver a reconstruirme, hoy no pude ver ese sol, ni la luna que siempre me ilumina, pero sé que mañana estaré totalmente viva, seré otra vez Alicia, seré consciente e inmensamente fuerte como cada día, estoy tratando de descifrar lo que Dios quiere decirme ante las grandes hazañas que me toca librar día a día.

Sentirse engañado es una de las heridas más difíciles de sanar, es una batalla interna diaria, donde la costumbre, la confianza, la familia, la zona de confort se destruyen… solo por la cobardía de un ser, que no sabe lo que quiere en su vida…sin embargo, pasar la página, comprender al otro y seguir adelante suena fácil pero es demasiado difícil, digerir que tienes al lado a la persona que te envuelve en sus mentiras y sigues allí… pensando que todo, absolutamente todo, es remediable.

Cuando leo frases como: “El que lo hace una vez, lo vuelve hacer” nunca percibí esa pequeñita línea o corazonada que las mujeres intuimos, siempre justifique sus acciones con inmadurez, con machismo y con todos los hombres lo hacen, olvidándome de mí.

Veo hacia atrás, y digo que carajo me pasó…

Me gusta recordar lo bonito, las cosas positivas y significativas, sin embargo el choque que produce el engaño es una cicatriz que permanece y no se cura así por así, hay muchas interrogantes, muchos miedos, muchas susceptibilidades a flor de piel, que organizo mis ideas y solo pienso en: ¿Por qué a mi?

Siete años de mi vida, en una burbuja, no queriendo ver lo que estaba sucediendo y pasaba una y otra vez… en palabras falsas de: "no va a volver a pasar y plusf nuevamente una mentira tocaba mi vida".

He entendido que mi forma de aceptar y comprender el engaño no ha sido la más idónea, me convertí en victima por decisión, me vestí de mentiras y conduje mi vida en aceptar incongruencias y no en aceptar lo que era bueno para mi vida, vivir bajo la sombra del engaño es la peor manera de vivir, mis objetivos fuera de todo contexto, y en realidad todo ello me llevo a reflexionar muy seriamente y deducir la manera como librar mis batallas internas.

Quise aprender el hábito de verme desde afuera, aunque difícil… es una práctica fantástica que me hizo más consciente y aprendí un poco a meditar sobre lo que pensaría de MI si no fuera yo, ¿admiraría a esa mujer?, ¿admiraría su conducta?, ¿admiraría lo que ha conseguido en su vida conduciéndose de esa manera? ¿Has pensado alguna vez qué pensarías tú de ti?

Realmente sigo batallando en mi…