La vida esta llena de momentos y situaciones que sin duda alguna encierran grandes retos, a veces nos sentimos sumergidos en un mar de problemas que nos abarcan y no nos permiten respirar, convirtiéndose en una especie de laberinto del cual no encontramos la salida, no sabemos que hacer, ni que decisión tomar, el miedo nos paraliza y se vuelve nuestro peor enemigo, aun así debemos actuar, el tiempo apremia, nos hacemos muchas preguntas en cuanto a que camino seguir ¿Será la decisión más acertada? ¿Habrá otra forma de resolver la situación que nos aqueja sin provocar daños colaterales? o que causen el menor impacto posible a nuestro entorno "familia", y sobre todo la mas importante ¿Me hará feliz esa decisión?. Entonces nuestra mente empieza a maquinar, colocando en una balanza de manera minuciosa los pro y los contra que acarreará tomar esa decisión, debemos recordar que no todo es suficiente malo o bueno, vivimos en un mundo en movimiento, no todo es de color negro, blanco, ni siquiera rosa, existe una amplia gama de opciones en cuanto a colores se refiere, si no te resultan puedes degradarlos o imprimirle mas fuerza condicionado a un determinado momento y situación, así mismo es la vida, ponle el color que te haga feliz, sin olvidar a nuestro principal guía, "Dios" en primer lugar para que nos otorgue la luz, esa sabiduría necesaria para tomar la decisión, quizá no la mejor, ni la más acertada, pero si la que realmente necesitamos