Sin  volante  y sin pedales, todo es  grandemente noble.

En la Tierra, estamos en casa, pero en casa siempre es bueno,
Y así lo decidí, y aquí estoy en la puerta.
Nos convertimos en extraños

En el bullicio de la vida ahora es simple,
Y luego, lentamente, sosteniendo la esquina de la pared.
Has despertado algo loco
En la noche de la muerte del padre celestial.
Donde canta con gracia la bailarina.
Que ruidoso - con esperanza y silbato.
Tu me abrazas
Tés de menta secav.