El ajetreo del día a día, de nuestros propios problemas hace que no veamos al que está padeciendo, aún en la familia, quizá con los padres, hermanos incluso hijos.
Y se siente tan gratificante ver alivio en la persona por el solo hecho de escucharlo decir, "gracias por escucharme, necesitaba desahogarme" me paso esta semana con una persona, no he solucionado su problema pero con el solo hecho de escucharlo ya le hice un bien, "sentirse escuchado, sentirse mejor". Saludos!