Amor sin fronteras.

Ronal era un muchacho como cualquier otro, le gustaban los juegos, andar con sus amigos y estudiar, también era un enamorado, sentía algo por su vecina Isabel, pero era un amor prohibido ya que los Suárez y Sánchez habían tenido problemas años atrás pero Ronal no se frenó por eso en su adolescencia sino que lo que sentía por ella se hacia cada vez más y más fuerte, tenían una relación oculta ya que Isabel tenía miedo de su padre, un militar retirado el cual era muy estricto e imponente, donde estuviera tenía que hacerse su voluntad, ellos se la ingeniaban para poder verse, el iba a su liceo, cuando iban a la bodega o se encontraban en las fiestas que organizaban sus amigos y al final cada quien se iba por su lado, pero llenos de sueños y amor.

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Se imaginaban toda su vida juntos, formar una familia, hogar, hijos y casarse, estaban a punto de graduarse y solo querían luchar por estar juntos, para todos ellos eran novios menos en el lugar donde vivían, un día mientras hablaban por teléfono el padre de ella escuchaba tras la puerta, espero a que terminara la conversación y entero a la habitación cómo un toro, lleno de furia le arrancó el teléfono y lo destruyó, le dijo que a penas se graduará la mandaría fuera del país y como sospechaba de que se siguieran viendo le puso un vigilante para que por ningún motivo volvieran a verse, Ronal no pudo hacer nada pero se comunicaban por redes sociales, al finalizar las clases ya camino a la universidad como lo había prometido su padre la envío al extranjero, Ronal quedó devastado pensó que al final su padre no lo haría el tenía esperanzas, pero no perdió la fe en volverla a ver eso hizo más fuerte su amor por ella y a diario se comunicaban por internet y hacían vídeo llamadas, en la temporada de vacaciones Isabel regresa pero estaba súper custodia y a los 15 días la regresan sin ningún tipo de chance para que pudieran verse ni un instante.

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Los sueños de ambos seguían intactos a pesar de tantos problemas y de la distancia, Ronal seguía luchando y al año ella vuelve de vacaciones pero está vez el padre de Ronal arto de ver sufrir a su hijo decide ayudarlo, crean un plan y en la madrugada aprovechando que su padre estaba trabajando Isabel se escapa de casa, el padre de Ronal le había dado dinero, las llaves del auto y de la casa de sus abuelos y allá fueron a parar sin importar nada solo su felicidad y el amor que se tenían, allí estudiaron, sacaron sus carreras se casaron y tuvieron 3 hijos, al final el padre de Isabel tuvo que aceptar se dio cuenta que mientras más le prohibía más fuerza les había dado para seguir y atreverse a estar juntos, al final los Suárez y los Sánchez fueron unos suegros y abuelos felices.

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Yo soy padre y aunque mi hija aún no ha llegado a está etapa, se que le tocará y que es su vida no la mía, yo pienso que son decisiones en las que cómo padres podemos opinar, orientar y aconsejar, pero oponerse es un grave error ya que siempre encontrarán la forma de cumplir su cometido y vivir sus experiencias, todo en la vida es un ciclo y todos tenemos que vivir nuestras vidas cómo mejor nos parezca, mientras sea sanamente.