Expresión del Conocimiento | bloque vol-1 | Necropolítica

Clay Pierce fue detenido hace más de un mes en El Salvador, cuando iba de paso hacia Colombia para poderse radicar definitivamente. En Colombia, Clay Pierce haría trabajo de voluntariado, en el cual le enseñaría a una asociación de indígenas el cómo se cultiva y extrae la sustancia medicinal del Cannabis. En otras palabras, Clay Pierce sería instructor de cannabis medicinal.

Sin embargo, los planes personales de Clay Pierce, como los de la asociación de indígenas en Toríbio (Colombia), han sido totalmente paralizados por la Fiscalía General de la República (FGR), en el cual, miran a Clay Pierce como un narcotraficante. Nunca quisieron saber, comprender o investigar que Clay Pierce es un paciente médico el cual utiliza cannabis medicinal como también otro tipo de medicamentos prescritos, como sulfato de morfina. Pierce se acerca a la tercera edad, teniendo 57 años de edad, por lo que al estar en detención significa un grave atentado a su salud.

Sin familiares y con comunicación limitada al mundo exterior, aunado con la burocracia de las autoridades policiales y penitenciarias, Clay Pierce ha tenido que rebuscarse dentro del centro penitenciario “La Esperanza”, mejor conocido como Mariona. Según sus propias palabras, se le ha negado acceso a su propio medicamento prescrito en los Estados Unidos de América, y debido al shock de estar en detención y jamás haber tenido un problema legal en su vida, se le ha tratado cómo un paciente psiquiátrico, siendo forzado, según sus palabras, a tomar medicamentos psiquiátricos que jamás necesitó.

Clay Pierce es acusado por el delito de tráfico ilícito internacional, previsto y sancionado en el Art. 33 de la Ley Reguladora a las Actividades Relativas a las Drogas. Supuestamente, y según FGR, Clay Pierce se convierte en traficante de drogas por transportar en un aeropuerto, $43 dólares de mariguana. Tanto es que en la experticia no se logra determinar el valor económico del cannabis líquido, el cual al ser extraído de la planta, es vaporizado y utilizado con fines médicos.

Por $43 dólares en cannabis medicinal, se convierte uno de paciente médico en Estados Unidos e instructor de cultivo en Colombia a un narcotraficante en El Salvador. Clara es la muestra de las regulaciones sobre el cannabis tanto en el Estado de Oregon (EE.UU) y Colombia, en los cuales se ha hecho un acercamiento muy determinado para poder regular la mariguana con fines medicinales y científicos.

Ambos lugares, el Estado de Oregon y Colombia, son los lugares de origen y destino, respectivamente, del viaje de Clay Andrew Pierce. Solo hizo falta un problema migratorio en Colombia, eminentemente administrativo, para forzarlo pasar por El Salvador, e iniciar la pesadilla que se conoce.

Cabe destacar que no solo la regulación de drogas se encuentra desfasada y arcaica en El Salvador, sino también algunos operadores de justicia, sobre todo fiscales, aducen que el solo tener más de dos gramos de cualquier droga (según lo que estipula el Art. 34 de la Ley Reguladora a las Actividades Relativas a las Drogas) es razón para ser procesado penalmente en El Salvador. Este tipo de regulación, e incluso forma de pensar legal, no solo está en contra de preceptos modernos de los cuales diferentes países en el mundo están adoptando respecto a la regulación de drogas, sino también van en contra de lo desarrollado según una sentencia de la Sala de lo Constitucional, en la cual enfatiza que no es penalmente relevante la posesión de drogas con fines privados, es decir, conductas autorreferentes.

Mientras tanto, la regulación y pensamientos inquisidores relacionado, se tiene que decretar la medida más gravosa mientras que la defensa particular de Clay Pierce se encarga en demostrar todo lo contrario, ya que, la obligación legal de la FGR de buscar prueba de cargo y de descargo no es y nunca será prioridad para el ministerio público. La mera tenencia de sustancias lo convierte a uno en narcotraficante.

Por ello, que se mantenga detenido en condiciones infrahumanas a una persona que es forzada a tomar medicinas que nunca las ha tomado, hundida en las peores burocracias a nivel latinoamericano, como también con bloqueos con regulaciones y pensamientos legales desfasados que implican tolerancia cero y ninguna actualización.

Esto demuestra, como dijo una vez Clay Pierce en una visita profesional: “Esto es como los looney tunes, todo está al revés”. Al revés porque El Salvador mira a los pacientes médicos como narcotraficantes y a los narcotraficantes como un mito, del que jamás existió.

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