Un atardecer especial
Hay tardes en que el sol es un enorme círculo dorado que se deja acariciar levemente por las ramas de los árboles.
El viento las mueve de manera pausada y suave y ese astro que nos ha horadado todo el día con sus rayos salvajes e iracundos,
de repente se suaviza y por unos instantes breves, permite que lo miremos sin hacernos daño, y su visión es una imagen hermosa y grata.
Siempre al atardecer nos invade un aire de agonía, que tiene que ver con el día que concluye, con esa pequeña muerte que acontece cada día.
Lo mejor para mí es hacer algo especial a esa hora, acompañarme con amigos, conversar con la familia, sentir esa cercanía humana que tanto salva y acoje, y esa hora pasa, con su belleza y su tragedia,
y ya luego la noche es un leve abrazo de sombras acorde para ver una buena película, el episodio de una serie, o algún libro que nos atrape.
El mío de estos días es uno maravilloso de Carl Sagan, El mundo y sus demonios, pero ya se los comento con más detalle cuando lo haya terminado.
Como dice siempre una gran amiga: la Hora Bruja. Con esa imagen y cualquier otra semejante que se pueda formar en el recuerdo, sobran siempre las palabras. Un abrazo
Pues sí amigo juancar, una hora bruja en toda regla, abrazos.
Ed un placer saludarlo y saber que está bien. Gran fotografía, es inspiradora, parece sacada de un cuento, sus palabras le dieron más vida aún. Realmente hermoso todo!! Espero el resumen de ese nuevo libro.
Gracias a ti amiga belkisa por acompañarme en la lectura de este breve texto, también me alegra mucho encontrarte de nuevo a través de tus palabras, abrazos.