Sobre "Henry y June" de Anaïs Nin

in #spanish4 years ago (edited)

Los Diarios de Anaïs Nin son seguramente su obra más importante. Pero de entre estos diarios sobresale el que relata su relación con Henry y June Miller, que va de octubre de 1931 a octubre de 1932.

Sorprende que esta mujer en la década de los 30 del siglo pàsado haya sido capaz de iniciar una relación amorosa con el escritor Henry Miller y con su esposa June, aunque la relación con Henry centre lo más profundo de la experiencia.

Nin hace un viaje de autoconocimiento que nos impresiona todavía hoy, por lo arriesgado, por ir en contracorriente respecto a los valores y prejuicios de la época, porque ella dio más importancia a su deseo de vivir y de experimentar que a cualquier otra cosa.

De ella no se podría decir jamás como decía de algunos el poeta Gustavo Pereira, que más que vivir pastaron. Al contrario, vemos una vida llena de riqueza, de situaciones, de fuerza.

Y claro, en ese tiempo su relación con Henry Miller no fue sólo amorosa, también fue literaria, por eso no se puede condenar que ambos la hayan convertido en literatura, porque como bien cita Nin en su Diario: “el escritor, que es un «mar de protoplasma espiritual, capaz de fluir en todas direcciones, de engullir todo objeto que encuentre en su camino, de introducirse por todas las grietas, de llenar todos los moldes», como dijo Aldous Huxley en Contrapunto” (,1988, p. 167).

Así, el artísta tiene el deber para con su arte de apropiarse de todo, de su vida y de la que le rodea, para construir su obra, porque para ellos todo gira en función de esa creación constante.

Ella lo ayudará a publicar sus primeros libros, por los que será mundialmente famoso, aunque en Norteamérica durante décadas estén prohibidos por inmorales. En algún momento de la relación Nin apuntará en su diario:

"He dejado de preocuparme. Me relajo y me limito a amarle. Recibo tanto amor de él que justificaría toda mi existencia. Cuando lo nombro tartamudeo. Cada día es un hombre nuevo, con nuevas profundidades y sensibilidades." (1988, p. 173)

Y es maravilloso imaginar esa sensación tan potente que expresa la autora de amar y ser amado, hasta el punto de sentir que ese amor justifica y da sentido a nuestras vidas, nos completa de un modo absoluto y pleno.

En otro instante del diario dirá aún más, que toda su vida ha sido un aprendizaje, una preparación para llegar a esa plenitud de amor que la deslumbra y enriquece.

"Me he pasado la mayor parte de la vida enriqueciendo todo lo posible la larga espera de los grandes acontecimientos que ahora me llenan tan completamente que estoy agobiada. Ahora comprendo la aterradora inquietud, la trágica sensación de fracaso, la profunda insatisfacción. Esperaba. Ésta es la hora de la expansión, de vivir verdaderamente. El resto fue una preparación. Treinta años de vigilancia angustiada. Y ahora llegan los días para los que he vivido. Y ser consciente de ello, tan plenamente consciente, es lo que resulta casi insoportable. Los seres humanos no toleran el conocimiento del futuro. Para mí el conocimiento del presente resulta igualmente deslumbrante. ¡Ser tan rico, y saberlo!" (1988, p. 173)

Cuando se refiere a su padre, recordará algo que siente que forma parte indisoluble de su ser, una suerte de vitalidad animal, de potencia sensual que despierta plenamente al contacto con Miller:

"Lo que mejor recuerdo de él en este momento no es la protección o ternura paternal, sino una expresión de intensidad, un vigor animal que reconozco en mí misma, una afinidad de temperamentos que adiviné con una inocente intuición infantil. Una volcánica hambre de vida, eso es lo que recuerdo, y todavía participo de ella, admirando en secreto una potencia sensual que niega automáticamente los valores de mi madre." (1988, p. 177)

Busco sus fotos por internet y me decepcionan un poco. No consigo que alcancen a proporcionarme la profunda impresión que sí ejercen sobre mí las palabras de Nin y las de Miller. Es como si desde sus libros adquiriesen, cobrasen una materialidad, una dimensión extraordinaria, sobrenatural, que esas fotos apenas sugieren.

Estos diarios avivan y encienden la imaginación, los acompañamos en la intimidad de este amor que se va ahondando y profundizando a medida que avanza el tiempo y las páginas.

A veces duele imaginar que seres así puedan morir, que sus vidas, valga la redundancia, tan extremadamente vivas puedan tener un fin. Son personas que me gustaría que vivieran para siempre, aunque de alguna manera sigan viviendo a través de sus libros y de sus lectores.

Les dejo una foto de la portada de la edición digital que leí.

Nin (2).jpg

Henry y June. Anaïs Nin. 1988, Emecé Editores, Argentina.

Sort:  

Mejor imposible @doctorlibro extraordinaria síntesis.

"Me dejó preocupado. Me relajo y me limito a amarle. Recibí tanto amor de él que justificaría toda mi existencia. Cuando lo nombro tartamudeo. Cada día es un hombre nuevo, con nuevas profundidades y sensibilidades".

Hola amiga belkisa, es un hermoso libro, sobre un amor de esos que dan sentido a la existencia, abrazos.

Mis felicitaciones por esta extraordinaria entrada. En realidad, creo que cada vez queda menos de esa Literatura Extraordinaria, que apenas se recuerda hoy en día y que marcó a varias generaciones. Saludos cordiales

Gracias amigo juancar, es un gran libro, lleno de fuerza y rebeldía, me alegra que te gustara la entrada, abrazos cálidos.

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