Poema "Necesidad" de DinaLuna

Fuente

¡Hola, gran comunidad de Steemit!
Reciban un cálido saludo y abrazo de esta humilde moderna escriba.
En esta tarde especial quiero compartir con todos ustedes un poema que nació en Agosto de 2012, año en que físicamente perdí a mi mejor amigo. El poema nació una mañana de lluvia en la ciudad que nos vio nacer, jugar, crecer y estudiar juntos: Cumaná. Estas letras tomaron lugar por ti y para ti, gran amigo Ricardo Javier. Te amo.
Acá les dejo el poema...

Necesidad

“La lluvia tan tempranera limpia el alma, y tu alma limpia ya está;
son las noches obscuras las que logran enfermarme,
es tu ausencia de azules que no logro controlar…”

Por las tardes todo parece normal:
lluvia que se acostumbra, y con hábitos desquiciados,
ya no nos asombra;
luces que se encienden porque la noche va a llegar;
y con ella, los rezos de la ausencia
a la que muchos no se acostumbran aún;
es solo un fragmento de ese ciclo
que se ha nombrado y seguido,
y sobre esto, no tengo nada más que hablar.

Por otro lado las letras a veces huyen,
y hay otras veces que ruegan nacer;
pero lo segundo solo ocurre
cuando hay una necesidad.
La necesidad eres tú,
son las nubes del cielo a veces moradas,
grises, otras veces sin color;
las olas de la playa que nos arrastraron
hasta el dolor del cuerpo,
las oraciones que en tu nombre alguien gritó;
las lágrimas resbaladas y muchos otros detalles más,
son necesidades.

Como aludió el prólogo,
son las noches obscuras las que me aniquilan,
me dan vueltas y vueltas en sueños
que al despertar poco logro registrar;
poco pero suficiente,
suficiente es tu sonrisa
en medio de tanta humedad.

Y es la humedad, querido lector,
una de las necesidades que más hiere.

Perdí,
esta vez perdí;
perdí secuencia y sigue mi mano en movimiento...
pero, ¿qué hemos perdido?

¡Que detenga el vaivén de sus pupilas
el que nunca ha perdido algo!
Tus pupilas fueron en su tiempo
una necesidad.
En su tiempo, el tiempo alcanzaba
e igual gente rezaba;
más no sostenía yo rosario en mano.
En su tiempo, no sabíamos de su existencia,
menos su duración.

Las madrugadas son las que menos duran;
claro, cuando consigues descansar.
A veces duermes y no descansas,
porque a veces sueñas, sueñas…
y como siempre; poco consigues registrar.

Sonidos:
ellos también son una necesidad.
Se clavan y se clavan,
y nos acostumbramos a ellos tan fácilmente,
que por las noches escuchando tu voz
ya no me sorprendo;
ya no me asusto.

Las sorpresas son necesidades de vez en cuando,
y la vida solita se ocupa de planearlas;
el error es que veces nos esforzamos,
más no lo suficiente porque no hay justificación;
entonces la compasión, en el último caso,
no entra en juego.
Eso sí asusta.

No sé si estoy perdida nuevamente,
más solo cansada de secuencias;
y no es que sea mi intención preguntar acerca de pérdidas;
esta noche solo descubrí mis necesidades:

son las nubes donde ahora te escondes,
las olas de nuestra mar,
las oraciones que con mis lágrimas,
en la urna pudieron resbalar,
la humedad de nuestro pasado
y de mis lágrimas tan presentes,
las pupilas bajo tu frente,
que con sonidos mis noches inundaron,
la sorpresa del destino, dulce, triste,
frágil, repentina…
y mis pérdidas clandestinas
que en más momentos he de volver a perder.

“La lluvia tempranera limpia el alma y tu alma limpia ya está;
perturbado, aun así, sigo pensando en las necesidades;
únicas amigas que acompañarán siempre.”