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RE: Querencia íntima y sensibilidad visual
Hola, Silvio!
Tremenda propuesta fotográfica planteas sobre la gestualidad cotidiana. Creo que lo más importante es encontrarte con algo y si ese algo fue producto del alejamiento con otras actividades, es bien merecido. Ese proceso de reflexión sobre el trabajo es necesario siempre.
A seguir creando, es todo lo que te digo; tienes un buen tema en el cual trabajar.
Saludos!!!
Aprecio muchísimo este comentario, en especial viniendo de una artista como tú. Gracias.
¿En momentos fortuitos -como cuando se va la luz, y todavía es de día- el aislamiento del internet no te hace entrar en un estado de creatividad distinto? Hace tiempo que no me pasa, pero hace unos años cuando se iba la luz y quedaba solo con la cámara me ponía a jugar con esta, los resultados me llenaban mucho y me divertían.
Un abrazo, Diana.
Todo tipo de aislamiento te hace pensar y reflexionar de lo que sea. Imagino que son esos silencios y minutos que parecen eternos, si todo va lento por ende observas todo detenidamente, analizas con mayor fuerza. Ese ocio usado de la mejor manera: para la creación artística. ¡Como los grandes maestros!
Que bello eso que escribes, me transportó hacia los humanos de las cavernas ¿No estaban ellos aislados? Vernos hoy es pensar en la evolución del aislamiento.
Lo malo del aislamiento tecnológico es que las máquinas van a una velocidad mayor que nuestro pensamiento, entonces, para estar atentos, debemos volcar gran parte de nuestra concentración en la misma.
Puede que la palabra aislamiento no sea la propia para lo que nos referimos, sí el aislamiento puede ser la acción para, pero ese tiempo podríamos llamarlo el tiempo de autoreflexión, del pensar, del meditar. El tiempo que sobra, el tiempo del ocio.
No creo que exista este tipo de reflexión de igual forma que si nos hundiéramos en un mundo tecnológico. Están diseñadas para llamar nuestra atención.
El verdadero aislamiento para el meditar: naturaleza. Incluso eso que mencionabas al principio: estar sin luz. ¡qué drástico! Pero pienso que es un ejercicio que deberíamos hacer todos los creadores, poner en marcha nuestra mente.
Cortázar escribió mucho sobre el tiempo de productividad creativa que reside en el ocio y solo en el ocio.
La sociedad acelerada, utilitaria y compulsiva señala al ocio como algo malo, pero para un creador es el tiempo necesario para plasmar una idea en algún medio de representación.