Otro juego que jugaba cuando niño: Fusilado

Aquí en Steemit hay muchos que escriben sobre cryptomonedas y sus viajes a lugares hermoso, pero yo prefiero abrir el baúl de los recuerdos para compartirlos. Solo espero que resulten interesantes y divertidos.

Lo que voy a escribir se remonta en los tiempos donde aún la aguja hacia su recorrido en espiral sobre los discos de vinyl y el Betamax perdía la lucha contra el recién llegado y mejorado VHS, tenía 10 años para ese entonces.

Mi grupo de amigos y vecinos jugábamos un juego que se llama Fusilado. El objetivo del juego es tratar de no hacer puntos, porque los que tienen puntos serán fusilados.

Para jugar primero se necesita dibujar en el suelo un cuadro con filas igual al número de jugadores, con una semiluna y un área para la pelota. Luego una chapa de botella y elegir un poste de luz más cercano como zona segura que aquí llamamos "Tai".

un dibujo así

Cada número representa a un jugador, el primero debe lanzar la piedra sobre el dibujo en la zona válida, si la piedra caía en la fila de un número el jugador que le pertenece debe tomar la pelota y correr al Tai y tocarlo con la pelota, luego de eso puede lanzar la pelota a otros jugadores y ser los nuevos dueños de la pelota.

Los demás jugadores también deben correr al Tai, tocarlo y luego regresar al dibujo para quedar libre. El jugador que se quede con la pelota obtenía un punto.

Luego el siguiente lanza la piedra de nuevo y se vuelve a repetir el juego hasta que un jugador hiciera 6 puntos. Momento en que se acaba el juego.

Si la piedra llegaba a caer en la medialuna el lanzador podía decir el número que quisiera, un área muy buscada y difícil de acertar. Si la piedra caía fuera del dibujo el lanzador obtenía un punto y perdía el turno.

Cuando se terminaba el juego empezaba el fusilamiento.

Los jugadores con puntos se ponían de espalda a la pared y recibía pelotazos a la espalda tantos como punto tuviera. Generalmente lanzaba cualquier jugador.

Aunque tomábamos una "distancia segura" los pelotazos dolían demasiado. No entendíamos por qué jugábamos este juego con tamaño castigo.

Lo bueno de Fusilado era el ejercicio, las distancia que corriamos era demasiada, una media cuadra de distancia una y otra vez, también se practicaba la puntería.

Era uno de nuestros juegos favoritos y de paso era en el juego que más perdía, pero cuando ganaba los chicos le tenían miedo a mi brazo, pegaba más duro que los demás.

Bueno eso es todo, me contenta mucho compartir con ustedes estos recuerdos y me contenta que ustedes los lean.

Nos vemos en un próximo artículo. Se les quiere.