La Casita Del Bosque
En el Bosque había una casita sucia y abandonada. Los
niños y niñas que jugaban cerca de ella le tenían miedo;
pero un día la casita les dijo: "jueguen conmigo, yo no soy
mala, estoy muy solita, me siento triste". Los muchachos
y muchachas, con miedo entraron a la casita y ella les
dijo: "gracias pueden usar mi cocina, los cuartos, el baño
y todo lo que tengo; pero no me dejen sola". Desde ese
momento los niños y niñas los fines de semana iban al
bosque a jugar con la casita.
La casita ya no se veía triste ni abandonada. Estaba muy
contenta y cuando los niños y niñas jugaban con ella, se
sentía muy feliz y cantaba con ellos y ellas; pero cierto día
Juan, María, Rosario, Pedro y Luis, hablaron con la casita
y Luis le dijo: "Casita hoy no vamos a jugar, Rosario y yo
te vamos a pintar por afuera". María también habló: "Amiga
casita, Pedro, Juan y yo, pintaremos por dentro y limpiaremos
tus cuartos, cocina, sala y comedor". La casita muy
conmovida expresó:" Gracias, muchas gracias, porque si
no es por ustedes desaparezco".
Así pasaron los días y los meses, la casita estaban bien
pintadita y en la soledad del bosque vio que un hombre se
acercaba, venía como herido; porque cojeaba mucho y
de su pierna derecha brotaba sangre tanta sangre que
manchaba el camino por donde pasaba. Cayó frente la
Casita del Bosque y ella muy desesperada no sabía qué
hacer para ayudar a ese hombre, abría y cerraba las ventanas,
abría y cerraba sus puertas, llamaba al hombre Pero no
respondía; mientras tanto el hombre sangraba y sangraba.
Eran momentos de angustia que la Casita del Bosque pasaba
y no encontraba la forma de ayudar; pero la ayuda
llegó desde lo alto de un frondoso árbol; donde una linda
Paraulata descansaba y vio la desesperación de la casita y
voló hasta ella y preguntó "Qué te pasa querida casita?
La casita muy apurada contestó "anda a buscar a los muchachos
que me ayuden con ese hombre, que se puede
morir" inmediatamente La Paraulata rauda voló por los
cielos rumbo al pueblo, buscó a todos los muchachos y
muchachas y le explicó lo que había pasado.
Cada amigo y amiga, fueron a sus respectivas casas y le
contaron a sus padres, los cuales llevaron una ambulancia
para la Casita del Bosque y hablaron con ella diciéndole
que no se preocupara porque todo va a salir muy bien. La
casita descansó y le dijo a los niños y niñas "Gracias a la
amiga Paraulata y a ustedes ese hombre no murió, siempre
tenemos que brindar ayuda a las personas y a los
animales que ustedes encuentren heridos" y los muchachos
respondieron, al unísono, "si casita linda, te queremos
mucho"
Pasó un mes del incidente en el bosque y el hombre ya
recuperado, buscó a los muchachos para que lo acompañaran
a la Casita del Bosque y así fue, llegaron todos a
la casita y ésta contenta al verlos, abrió sus puertas para
recibirlos y el hombre le dijo "querida casita vengo agradecerte
lo que hiciste por mí, caminaba por el bosque en
busca de leña y un lugar donde construir una casa y me
caí por un barranco", la casita muy emocionada le expresó
"de nada, tenemos que ayudarnos entre todos, también
tiene que darles las gracias a la Paraulata; porque si no
es por ella usted muere".
La Paraulata entró a la casa y le dijo al hombre "gracias a
Dios que vi la desesperación de la casita; porque a usted
no lo había visto, y así pude avisar a nuestros amigos".
"Gracias Paraulata, muchas gracias". Rosario intervino
en la conversación y le preguntó al hombre "encontró el
lugar para construir la casa" y éste contestó "no, hija y mi
esposa, mi niña y yo perdimos nuestra casa en el bosque del
frente, por la creciente del río". "Casita, casita déjalo que él
y su familia vivan contigo y así no vas a estar má
dijo Luis. "Si casita linda acéptalo, ayúdalo y nosotros
seremos felices porque más nunca estarás solitas y vendremos,
como siempre lo hacemos, todos los fines de
semana a visitarte y estar con ellos." Le habló María toda
emocionada.
La casita con lágrimas en sus ventanas y una sonrisa
que en su puerta se dibujaba le dijo al hombre "Bienvenida
sea tu familia que ahora va a ser la mía y los abrigaré por
siempre". Gracias casita linda. Ahora la Casita del Bosque
tenía la responsabilidad de una familia y cuidaba con mucho
esmero cada detalle de su estructura; porque quería
Simón, su esposa y la niña, tuvieran cómodos y que los
muchachos y muchas jugaran a su alrededor en un patio
limpio, bajo la sombra de árboles cuyas ramas con el sólo
pensar en la algabaría de los muchachos se alegraban.
La casita del Bosque, Simón y su familia, la Paraulata,
los muchachos y muchachas del pueblo, fueron muy felices.
Que hermosa historia.
Gracias daysi.diaz. Me gustaría ver tu trabajo.