El dibujo que nunca he podido entregar

Hace más de un año, cuando empecé a publicar mis dibujos y pinturas por Instagram, una amiga muy querida me escribió pidiéndome que la dibujara. Ella siempre me había parecido una chica de una belleza extraordinaria, así que me encantó la idea.

En un principio ella me dijo que me pagaría, pero la siguiente vez que hablamos, entre una cosa y otra, le dije que se lo regalaría. Yo la conocí en la universidad y desde el inicio le tomé mucho aprecio por lo que el dibujo fue más un gesto de cariño hacia ella que un simple pedido.

En esa época, por razones que aún desconozco, ella se retiró de la universidad y nunca me he atrevido a preguntarle por qué, ya que temo sean razones personales que no quiera compartir y eso genere una situación incómoda.

Desde entonces lo tengo conmigo, no hemos hablado ni se ha dado la oportunidad de coincidir para entregárselo y siento que eso imprime en el dibujo más sentimientos y lo vuelve más significativo.

Para mi obsequiar un dibujo no es cualquier cosa. Cuando el gesto es espontáneo, para mis adentros, siento entregar una parte de mi. Se que quizás pueda sonar exagerado, cursi o dramático (y quizás lo sea. Jaja), pero es lo que significa para mi. Sin más que agregar, ¡Vamos allá!

Paso 1

Un bosquejo muy sencillo fue lo primero antes de empezar a hacer los trazos que darían forma a su rostro.
Inicié con los ojos, luego nariz y la boca. Posteriormente continué dándole profundidad a las zonas que lo requerían.

Paso 2

Al terminar el rostro, continué con las orejas y el cuello. los trazos al principio se ven un poco toscos, pero no se preocupen, aún falta hacer la difuminación.
El cabello fue lo siguiente. Lo fotografié a ese punto, con el mechón en "blanco", porque se me pareció a una versión latina de Rogue de los X-MEN (no me hagan caso, estoy obsesionado con ellos. Jaja).

Paso 3

Lo siguiente fue el suéter. Acá si fueron necesarios los trazos rústicos para lograr la textura de la tela. En este punto, hice la difuminación del grafito en el rostro y demás zonas de piel para otorgarle la suavidad característica de la misma.
Eso que se ve detrás, es el mantel de una mesa que me pareció debía incluirla.

Finalmente

Para no perder la costumbre, les dejare una comparación con la foto original, la cual me envió mi amiga:

Siempre se puede mejorar el resultado. Me gustó a pesar de los detalles (grandes y pequeños) que tuvo.

Por otra parte, ha pasado bastante tiempo, pero aún mantengo la esperanza de poder entregarle este dibujo a mi amiga.
Rosana, si lees esto, ven por tu dibujo. Jaja. Te quiero.