El día era caluroso, de esos que provoca salir al río, porque el calor abrazador hace que quieras escapar de él, así se emprendió el camino que lleva hasta un parque natural cerca de la localidad de Pregonero, Estado Táchira, el mismo se llama Parque las Escaleras, un ambiente natural donde sus aguas frías serpentean montaña abajo, esculpiendo pozos, balnearios y cascadas ideales para refrescarse del calor.

Al entrar al lugar se aprecia la brisa característica del mismo. Caminando por el sendero que lleva a los balnearios se siente un petricor que inunda los sentidos, hace que te unas a la naturaleza, pues al respirar este agradable olor, cerrar los ojos y sentir la aire golpeándote en el rostro hace que te consideres uno con la naturaleza, se refresca el alma y se llega a sentir una inefable sensación de libertad.

EL lugar es mágico, sus paisajes apreciados desde el ángulo correcto te llevan a creer que los elementales cuidan del mismo… cuanta belleza ofrece la naturaleza y que muchas veces por ocupaciones de la vida, por el ajetreo diario o el trabajo agotador, se deja pasar por alto y no se aprecian ni por un momento las maravillas naturales que se tienen alrededor.

El agua fría de los balnearios atraen a personas de la población que buscan escapar del calor de estos días de verano, donde el sol muestra su mayor intensidad en las tardes y el calor sofocante hace que muchos lugareños acudan a los ríos cercanos para refrescarse, el Parque las Escaleras es uno de esos lugares favoritos para bañarse y a la vez dejar fluir junto con el agua el estrés del día y las malas energías que el cuerpo pueda acumular.

Es increíble como el agua a través de miles de año fue esculpiendo este parque, socavando las grandes piedras de laja, deslizándose y serpenteando a lo largo de todo el lugar, formando toboganes naturales donde la fuerza del agua es capaz de deslizar a las personas y llevarlas a lo largo de una piedra de laja hasta un pequeño pozo donde sus aguas pierden fuerza y se acumulan en un balneario de aguas cristalinas. Hojas de helecho natural adornan esta zona, dándole vida y un atractivo inefable que cautiva a propios y visitantes.

Al adentrarse más en el parque, se llega a un gran balneario alimentado por una caída de agua de unos 3 metros de altura, en este punto el agua es más oscura por la profundidad del pozo, rodeado de abundante vegetación ofrece sombra a todo alrededor dejando que el sol repose sus rayos directamente en el centro del mismo, haciéndolo un balneario agradable para aquellos aventureros capaces de bañarse en aguas oscuras que dan un aire de misterio al fondo del dicho pozo.

Uno de los grandes atractivos es la cueva que posee este parque, una cueva grande repleta de murciélagos y humedad, dentro de la misma el petricor es fuerte ya que el exceso de humedad lo intensifica. Una vez estas dentro, puedes apreciar el parque desde una perspectiva única, la sensación de oscuridad casi absoluta, los mitos y leyendas que se mueven al redor de esta, hace que una sensación indescriptible te recorra la piel, erizándote los vellos y produciendo un escalofrío que se desliza de los pies a la cabeza. Se dice que era habitada por indios, los cuales la usaban para el intercambio (trueque) con otras tribus del sur de Mérida, pues se dice que esta cueva tiene su salida en uno de los pueblos del sur de dicho estado. Por ello se siente que un aura de misterio la envuelve y hace que tú solo no seas capaz de entrar más allá de 5 metros.

Al final del parque se encuentra una caída de agua grande que alimenta los pozos, cascadas y balnearios del parque, en este pozo pocos son los que se suelen bañar ya que la misma a ha cobrado varias vidas. Mitos y leyendas la envuelven y los que han desafiado estos mitos han pagado con la vida el ignorar dichas “advertencias”, de otra forma el que se lanza siente una fuerza de succión que puede ser producida por la cascada, haciendo que hasta el nadador más veterano se vea en aprietos para escapar de esta corriente de succión que se ha llevado a más de uno, sin embargo la belleza que posee es inefable, cautivando a todo aquel que se detiene a contemplarla.

Se hace tarde y el reloj marca la hora de regresar, después de un recorrido, conectarse con la naturaleza y desconectarse del mundo, se emprende el viaje de regreso a casa, con las energías renovadas en estas aguas frías y refrescantes, sin estrés y con la mente despejada, se pueden apreciar las montañas de los andes venezolanos con el sol cayendo y cerca del crepúsculo, termina este viaje, demostrando que VENEZUELA ES ÚNICA y que posee maravillas que se pueden explotar para el turismo de todo aquel amante de la naturaleza.

Saludos Steemians nos estamos leyendo... 😉

Las fotos son de mi autoría tomadas con la cámara de mi celular ZTE NX403E conocido en el país como Victoria 2, la camara es de 13mp en HD