Eres bueno y eres malo, todo al mismo tiempo

La división de bien y mal funciona, hemos conseguido grandes cosas por ella, hemos subsistido y crecido a través del tiempo. Incluso en las áreas grises nos ayuda el tener una brújula moral en común con otros para ponernos de acuerdo.

Imagen de Ingo Doerrie en Unsplash.com

Sin embargo en tu naturaleza existe tanto lo que consideras bueno como lo que consideras malo. Lo expresamos en diferentes aspectos, con diferentes dimensiones. A veces es sólo un pensamiento fugaz que censuramos, a veces un sueño que nos ataca a media noche.

Lo curioso es que entre más censuras lo que te enseñaron que era malo en ti, más lo arrinconas en la sombra y más poder le das. Más lo ves reflejado en otros porque no lo aceptas en ti, más te incomoda. Tal vez la flojera, tal vez la envidia, tal vez el enojo, tal vez el egoísmo. Entre más lo aplastas, más crece. Y crece no porque sea malo y la maldad naturalmente se apodere del mundo.

Crece en ti porque también es parte de ti, y tú COMPLETO mereces amor.

Imagen de Ingo Doerrieen Unsplash.com

Este es un pequeño llamado para que abraces eso que odias en otros, para que lo encuentres en ti mismo y le des la compasión que merece. Tu ira merece amor, tu apatía merece amor, tu ambición merece amor. Tú te mereces amor, conocerte y aceptarte es lo primero que hay que hacer para amarte.