Cómo la palabra “pero” es enemiga de la motivación

Aprender a exhortar sin ofender es una rara habilidad, y puede ser aprendida. Podemos criticar constructivamente a las personas sin que se sientan sofocadas o frustradas.
¿Cómo lograrlo?
Vamos a eliminar la palabra "pero" de un cumplido y cambiarla por el conector "y".
Cuando vamos a criticar a alguien, hemos aprendido a comenzar felicitando sinceramente por un comportamiento u otro. Por ejemplo un elogio sería: "Sé que va a disfrutar de trabajar en este objetivo de organizar y pintar su oficina".
Realmente nos sentimos bien cuando nuestro ambiente de trabajo es agradable. Es fácil complementar esta elección. Notemos, el uso siguiente del conector: "y" donde ponemos énfasis en el cumplido, así como animamos a luchar por esforzarse un poco más:
" Sé que va a disfrutar de trabajar en este objetivo de organizar y pintar su oficina y creo que usted pueda centrarse en dos objetivos a la vez, uno de ellos la organización de su vida personal y otro el de sus fianzas ".
Veamos como queda poniendo la palabra destructiva de tres letras "pero":
"Sé que va a disfrutar de trabajar en este objetivo de organizar y pintar su oficina, pero creemos que se puede (debe queda implícito) centrar en dos objetivos a la vez uno de ellos la organización de su vida personal y otro el de sus fianzas”.
¿Qué ocurre con el tono de esta declaración ahora?
Se convierte en una crítica, con lo cual despertamos el dolor y nos ponemos a la defensiva. Uno se siente amenazado tan pronto como oímos la palabra "pero". Nos sentiremos incomodos, frustrados, y poco dispuesto a esforzarnos.
Notemos que al añadir la palabra "pero" después de cumplido, estamos anulando el efecto del cumplido. Cuando nuestro cerebro oye la palabra "pero" sabemos que el cumplido no era sincero, solo fue de boca para afuera.
Recuerde: una sola palabra, "pero," puede causar mucho daño. Sin embargo un conector como "y" puede llegar a ser muy poderoso.
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