Todos los toreros del país se preparaban para el campeonato nacional en la plaza de los cuernos, cientos de toreros eran anotados en los listados y las filas no tenia final, mientras que sentado en un banco se encontraba Jesús con un gran tarantin con capas y espadas de juguete para los niños, el tiempo para las inscripciones era de solo los primeros dos días luego de haber iniciado los primeros participantes, los aventajados siempre fueron los de la alta alcurnia quienes obtuvieron los primeros puestos, mientras que los plebes luchaban por estar en el listado.

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Jesús siempre quiso ser torero pero nunca puedo competir ya que solo practicaba con becerros y uno que otro toro cuando trabajo en la granja de los Lizardo, un familia de renombre para aquel entonces, él nunca pudo registrarse en ningún concurso oficial, pero siempre se rodeo de estos majestuosos animales y practico cada vez que se le presentó la oportunidad.

En el segundo día de la afamada competencia Jesús continúa vendiendo sus trebejos entre la multitud, cuando una caravana de toros enjaulados se dirigida a la plaza, todos estaban asombrados viendo el toro mas temido por todos “El islero” pesaba mas 560 kg de puro músculos con los cuernos mas grandes que se hayan visto, el animal se asustó al ver a la multitud acercándose y empezó a golpear la puerta de la jaula, todos empezaron a gritar y a alejarse, pero Jesús hipnotizado por la bestia se mantuvo estático, el animal continúa golpeando hasta zafarse de la jaula, aquel toro salió despedido embistiendo al publico incluso golpeó ligeramente al joven torero que había quedado paralizado.

Varios toreros intentaron detenerlo pero ninguno tuvo éxito, entonces por un momento Jesús tomó valor y intento enfrentar al gran “Islero”, el chico tomo una capa del suelo y empezó a maniobrar a aquel gigantesco animal, mientras que la gente salía de la arena para ver aquel espectáculo que se presentaba en la ciudad, la multitud aplaudía y celebraba cada movimiento con que el joven torero se renombrar con fuerza entre las personas.

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Jesús concentrado en su batalla olvido que tenia el público atento a sus movimientos y no noto que todos lo estaban apreciando, el chico batallo con el “Islero” por más de 25 minutos cuando el final de la bestia se asomaba, otro torero le paso su espada y entonces en aquella plaza, ante todo el mundo, Jesús atino una estocada perfecta acabando con el temible “Islero”.

Todos empezaron a tirarle flores y lo levantaron sobre la multitud, este desconcertado por los hechos y aun tembloroso era guiado por la gente hasta el centro de la arena de los cuerno, una vez allí fue coronado como “El rey de cuernos”, Jesús no entendía porque, hasta que un torero de renombre, el mismo que le pasó su espada para que acabara con la bestia le dijo, el reto final era acabar con el “Islero” aquel que lo lograse entonces seria el campeón, por lo tanto has ganado tu corona.

Jesús no creía lo que pasaba el solo luchaba con el animal para proteger la multitud, desconociendo totalmente esta última regla del torneo y convirtiéndose entonces “En el rey de los cuernos”.

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“Las oportunidades están por doquier y no importa si eres plebe o de la realeza, lo importante es tomarlas batallando hasta el final para hacerse de la victoria”

¡Olé!