El misterio de la poza azul

Las personas del pueblo solo podían bañarse en la poza azul en temporada de vacaciones cuando había mucha gente foránea en el mismo y el pequeño encantado estaba distraído viendo nuevos rostros. Aun así solo los más valientes se bañaban en ella, aunque esto no les impedía llevarse un buen susto.

Un día de vacaciones llegó a visitar a la casa de doña Martha familiares de la capital, estos iban con la intención de disfrutar de los hermosos ríos y pozas del pueblo. Doña Martha tenía dos hijos Mateo y Elías, a quienes le presenta sus familiares de la capital los cuales eran su primo Don pablo, su esposa Marbella y sus tres hermosas hijas Lucia, Ana y Marina quienes de casualidad eran contemporáneas en edad a sus primos.

Los foráneos de la capital se acomodan y salen en la noche a conocer el pueblo en compañía del mayor de sus primos Mateo quien les empieza a contar sobre los ríos y posas bellas de su pueblo. Las chicas se emocionan y le piden a su padre que las lleve por la mañana al río que quedaba muy cerca de la casa de doña Martha, El padre le pide a Mateo que mientras el platica en la mañana con su madre que lleve a las chicas al río y el con gusto acepta.

En la mañana Mateo despierta a Elías y le cuenta sobre el paseo al río decidiendo este acompañarlos. Mateo les dice a sus primas que se preparen que van de salida. Al llegar al río encuentran que esta algo sucio y seco, a las chicas no les pareció muy atractivo, entonces Elías le dice a su hermano para ir a la poza azul que quedaba solo a siete minutos de camino.

Mateo para no quedar avergonzado con sus primas decide llevarlas hasta la famosa poza azul, en el camino Elías le cuenta sus primas sobre los rumores de la poza, pero ellas no creen en esas cuestiones pueblerinas. Al llegar a la poza las chicas quedan encantadas con la belleza de la poza y sus aguas azules, se apresuran a bañarse en ella cuando Mateo les advierte que tengan cuidado que es muy profunda y no podrán tocar su fondo.

Ellas sabían nadar y se lanzan a bañarse en la poza, mateo le indica a su hermano que estuviese pendiente de sus primas que iba a alcanzarles unos mangos para que comieran al salir del agua.

Mateo se marcha y deja a sus primas al cuidado Elías, las chicas le gritan a su primo que se meta con ellas a la poza y el decide unírseles. La menor de las hermanas Marina siente que alguien le ha jalado por el pie y piensa que es Elías quien le está jugando una broma así que decide no prestarle atención, pero se vuelven insistentes los jalones al pie de Marina y ella le dice a su primo que la deje en paz que no le da miedo. Entonces Elías decide hacerle una broma a sus primas y se sumerge en el agua azul y nada para esconderse de ellas, sale muy lejos ellas y no se percatan de que su primo había salido del agua.

Ellas empiezan a buscarlo y no lo encuentran se desesperan y empiezan a gritar, mientras que Elías escondido está muriendo de risa, las chicas salen de la poza y llega Mateo corriendo porque escucho a sus primas gritando. Cuando Elías decide salir de su escondite tropieza con un rama y se cae de espaldas al levantar la mirada ve un pequeño rostro verde con de cara viejo y hojas marrones en su cabeza, Elías enseguida se da cuenta que era el pequeño encantado de la posa azul, quien lo toma de la mano y lo arrastra hacia el agua, Elías empieza a gritarle a su hermano mientras intenta liberarse, pero el pequeño encantado era muy fuerte y Elías no podía soltarse para alejarse de él.

Cuando toca la orilla de la poza sus primas y mateo puede ver aquel pequeño encantando que apenas media un metro, arrastrando a Elías hacia el fondo de la poza, cuando el encantado se da cuenta que ha quedado al descubierto suelta al chico y sumerge se en el agua azul.

Mateo toma a su hermano y lo regaña, por estar burlándose del encantado con sus primas, este tomo represalias en contra de él. Todos muy asustados corren a la casa y les comentan a sus padres. Doña Martha muy molesta le dice a sus hijos que todo era culpa de ellos, al saber que esa poza estaba encantada y aun así fueron a bañarse en ella, que la suerte los acompaño y que el rumor de las historias de la posa azul era que todo aquel que se burlara del encantado que asustaba en aquella poza, iba a ser llevado a la profundidad de ella y se quedaría allí por siempre.

Entonces Mateo, Elías y sus primas entendieron que era más que una historia aquellos rumores de la poza azul y la existencia de su pequeño guardián el encantado.