Bañista en la playa
Fuente
La obra de Botero, es un imán para mis ojos, son tan propias, tan definitorias del artista que considero que no requiere presentación.
Esta pintura me atrae de manera particular porque al detenerme en ella, en fracciones de segundo, me siento transportada al lugar y momento que se recoge en la obra.
El mar, al fondo, dejándose mover por la brisa, susurra melodías oceánicas que arrullan el descanso y el pensamiento ligero. Las palmeras encontradas, sus intensos verdes, degradados por la luz, recrean el paraíso del trópico. Siente el fresco de la tarde, la arena tibia y el mullido cojín la envuelve en una burbuja de confort que invita a soltarse y dejarse caer en la ensoñación.
Ella es mi punto focal, se encuentra en ese estado exquisito, entre la consciencia y la vigilia, desde allí disfruta los regalos que la vida le otorga y a los que se entrega de manera relajada, libre de cualquier preocupación, es la personificación del gozo interior, de ese sentirse en paz consigo misma y con el mundo exterior.
No hay pasado ni futuro, solo un ahora repleto de sutiles sensaciones, un ahora que se va diluyendo en la inconsciencia del sueño.
Saludos, @damarysvibra. Me encanta lo que puedes ver y sentir en estas obras. Aquí has creado un texto muy sensual y lleno de ritmo. Tienes una cadencia en tu prosa que hace muy ligera la lectura. Felicitaciones.
Gracias @irvinc, tus palabras son motivantes para seguir expresando mi mundo