Concurso Cervantes: 2ª Entrega.
Mi mejor amiga en mi infancia era Lola. Realmente se llamaba María Dolores y era muy mayor, mucho más que mi abuela. Lola era una señora española que vivía en el departamento de al lado. Cuando yo era niña me costaba mucho tener amigos de mi edad, por el contrario, se me hacía muy fácil socializar con adultos. Lola fue como una amiga de siempre, me conocía desde que nací y cuando comencé a dar mis primeros pasos de alguna forma me escapaba y terminaba en su casa. Me gustaba verla bordar y preparar su famoso bacalao, que a mí no me gustaba pero por el que todos los vecinos enloquecían. Para mí, España era un lugar que quedaba muy lejos, pero Lola hacía que no pareciera así. Con su marcado acento y el olor tan delicioso que siempre había en su cocina era como si un pedacito de España quedara al lado de mi casa. Ella tenía una mesa llena de retratos en blanco y negro, pero su casa siempre estaba sola y a pesar de su sonrisa, en sus ojos se asomaban los fantasmas de la guerra. Tuvo que venir en barco primero que su esposo, él la alcanzaría luego, se reencontrarían en Venezuela. Pero el señor Federico nunca llegó, fue víctima del bombardeo de Guernica.
Cuando veo ‘Guernica’ de Picasso sé que tipos de fantasmas inundaban los ojos de Lola. Los imagino en blanco y negro. Ella me recuerda a la mujer del quinqué, porque en la mesa de los retratos siempre había una vela. Nunca he vivido una guerra y muchas veces, con mi curiosidad infantil le pregunté a Lola qué había pasado y por qué estaba aquí, ella me decía: ‘La guerra es aquello que hace que pierdas todo lo que amas por los intereses de gente que no sabe lo que es el amor’. Todos los elementos de la imagen engloban lo que es una guerra: Hombres, mujeres y niños víctimas del horror y la muerte. A simple vista es abstracta y sin embargo, al mirarla con atención y detenernos en cada uno de sus detalles nos llega al alma todo lo que significó el bombardeo a Guernica. Pablo Picasso supo capturar todo el horror y la tristeza en un mismo lienzo. Vemos a seis personas: Una madre con su hijo muerto, una mujer arrodillada, partes de un guerrero muerto, un hombre mirando al cielo e implorando y una mujer con los abiertos hacia el cielo. La guerra no distingue víctimas, simplemente llega y acaba con todo.
Ver el ‘Guernica’ para mí, es mirar los ojos azules de Lola en aquellos segundos donde yo sentía que ella no estaba ahí, sino que estaba en España, quizá subiéndose a un barco y despidiéndose de Federico o tal vez años antes cuando se casó con él y no esperaba que la guerra los separara.
Concurso patrocinado por el witness @cervantes. No te olvides de votarlo en la siguiente página: http://www.steemit.com/~witnesses
Muy lindo
¡Gracias!