Alicia en el país de las maravillas. El viaje a lo imaginario -no tan imaginario- de una niña incomprendida y aburrida.
Me gustan esa clase de libros que cada vez que los lees, te transmiten algo distinto. También me gustan aquellos que parecen tener vida propia cuyo objetivo es brindarte lo que sea que necesites al momento de leerlos. Me gustan también aquellos que parecen una historia infantil y que están llenos de cuestiones filosóficas que no son tan notorias a simple vista.
Encontrar un libro que reúna al menos una de estas tres cosas, es maravilloso. Encontrar las tres en una misma historia, es simplemente mágico. No soy de esa clase de personas que tiene un libro favorito -o algo favorito-, pero si tengo que elegir, me baso en cómo ha influenciado el libro en mi vida o en cómo me ha hecho crecer como persona.
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Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carrol es una de esas historias que tanto me gustan. No es sólo la historia de esa pequeña que viaja a un mundo imaginario -o quizá no tan imaginario-, acompañada de animales y de objetos antropomórficos, es mucho más que eso. Está llena de realidades y de enseñanzas.
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Estar aburrida y muy lejos de la resignación del curso que parecía estar tomando su vida, Alicia se encuentra con el conejo blanco, cae en una madriguera y come y bebe y se encoge y se agiganta y viaja en sus propias lágrimas al mundo de las maravillas. En este nuevo mundo Alicia siente angustia, tristeza, confusión, desprecio, incomprensión y desconcierto.
Pero se adapta y abraza a este nueva realidad como propia. Alicia es una de esas niñas que prefieren perder la identidad adentrándose a un nuevo mundo en lugar en seguir en el suyo para terminar en el irremediable destino de la vida adulta y aburrida.
El sombrerero, la Reina de Corazones, la Liebre, el Conejo Blanco, la Oruga, el gato de Cheshire y el resto de los personajes, ayudan a Alicia a escapar del infortunio de la vida adulta sometiéndola a incontables situaciones que la harán debatir entre su inocencia y madurez y entre lo que es lógico y lo que no tiene sentido a través de una mezcla entre fantasía y realidad.
Es una de las burlas más divertidas hacia la rutina y hacia lo socialmente coherente que he leído.
Creo que todos en algún momento de nuestras vidas nos hemos sentido como Alicia, como un ser incomprendido que intenta escapar de su absurda realidad. Todos hemos tenido ese deseo palpable de querer volar, de detener el tiempo, de ser otras personas, de ir a otros mundos. Todos hemos sentido que no somos capaces de definirnos ni de decir quiénes somos o que somos lo que los demás quieren que seamos. A Alicia no le importa decir que no sabe, prefiere eso a estar sujetas a reglas aburridas que carecen de sentido.
Buenas tardes @dagt12
Cada libro es toda una enseñanza en sí misma, sí.
¡Muchas gracias @don.quijote por su comentario y su voto!
Yo se que las películas son distintas a los libros y, en mi opinión, los libros siempre son mejores pero de pequeña Alicia no me gustaba mucho. Creo que por eso nunca estuve inclinada a leer el libro pero luego de leer tus argumentos me tiene intrigada. Nunca había visto Alicia como alguien que a pesar de estar asustada abraza esa nueva realidad, definitivamente leeré el libro :) me gustó mucho tu artículo!
¡Muchas gracias, Ale! Me alegra que te haya agradado y que quieras leer el libro, en verdad es muy bueno y esconde muchas enseñanzas y analogías.