El peor enemigo de la humanidad es el orgullo
Históricamente la humanidad se ha desarrollado en base a un prototipo de vida que le ofrece grandes oportunidades y beneficios, haciendo pensar al individuo cada momento en la grandeza de sus actos, pero ese pensamiento a veces pasa a ser orgullo, es decir, sentirse más que su semejante, descubriendo de esta forma un campo mental que hace ver las carencias de hermandad dentro de la población mundial. Todos tenemos habilidades que nos hacen únicos, pero eso no nos da el derecho de humillar a nadie que se encuentre en nuestro entorno; el que tú te desenvuelvas en una actividad mejor que tu hermano, no quiere decir que tu orgullo deba crecer desmedidamente, haciendo que seas un individuo arrogante.
Los peores momentos que hemos pasado como sociedad, han venido a raíz del orgullo de una persona y todo por sentirse mejor que los demás, sabemos lo grandioso que es, ver como tú puedes solucionar la vida de muchos, con algunas de las cosas que tu hagas, pero tenemos que cuidar en esto nuestro ego, pues podría ser la daga que corte luego nuestro cuello. La sociedad es algo esplendido, donde muchos nos sentimos amados y otros odiados, pero es allí cuando tenemos que encontrar un equilibrio en el asunto, dejando que fluya la hermandad y dejando el individualismo, porque tu tengas un buen gesto, seas de gran corazón o simplemente te guste ayudar a otros, no te quitara nada de lo que tienes hoy en día, más bien engrandecerá tu imagen para bien.
Hoy creemos en un mundo sistematizado, donde lo humano se ha visto opacado por las habilidades mecánicas que nos presentan la industria y es por ello que el orgullo se ha hecho más presente en nosotros, ya que cuando le ganamos la partida a lo automático, nos sentimos grandes y que más nadie puede hacerlo, pero te digo mi querido amigo, que vives una falsedad, ya que simplemente en lo que tú crees ser único, así mismo hay millones en el mundo pensando igual, es decir, todo depende desde la perspectiva que se evalúe; todos somos campeones en nuestra competencia y por ello solo debemos de enfocarnos en mejorar como persona, dejemos la vanagloria para después, preocupémonos día a día por encontrar la fórmula, que nos asegure la vida en el planeta muchos años más, allí es que verdaderamente debe de estar nuestra mirada, no en cosas inútiles que solo quitan lo grande de ser humanos.
Nosotros hacemos de nuestra vida algo complicado, cuando en realidad no es así, queriendo aparentar cosas que no somos y todo por nuestro querido orgullo; si de verdad quisiésemos vivir una vida de grandeza, tenemos que echar un vistazo a nuestro alrededor y observaremos como todo lo que buscamos, ha estado por mucho tiempo a nuestro lado, lo necesario para vivir es nuestra familia, amigos y pareja, lo demás es una añadidura que el destino nos permite tener. Luego que hagamos esta evaluación, seremos grande entre los grandes, ya que habremos descifrado el secreto de la vida… vivir sin preocuparnos.