“No sé” El pecado de la generación

En lo que es conocido como la prehistoria, vino la edad de piedra, la cual evolucionó a la edad de los metales, cobre, bronce, hierro, seguidos de la edades antigua y media, para luego venir la edad moderna con sus revoluciones, empezando con la tan famosa (Y dañina para la tierra) Revolución industrial, luego la sexual y así hasta la actualidad, se resume en grandes títulos las etapas por la que ha pasado la humanidad hasta el día de hoy.

La era actual se llama la edad post moderna o contemporanea para algunos, mientras que para mí y muchos otros autores se caracteriza por ser “La revolución cibernética”. Desde la invención de los procesadores, el crecimiento de la tecnología y nuevos conocimientos ha ido evolucionando exponencialmente (Esto es que si hoy equivale a uno, mañana será dos, seguido de cuatro, a ocho y así infinitamente).

Ese fenómeno puede ser explicable desde mi punto de vista por dos razones, la primera, que la población en sí de la tierra siguen un modelo de crecimiento exponencial, por lo que más personas, eventualmente equivalen a más descubrimientos. La segunda explicación que me viene a la mente tiene que ver con el calificativo que usé anteriormente para la revolución de nuestra época, la revolución en la forma de vida de las personas de los últimos años ha sido impulsada principalmente por la cibernética, más específicamente por la informática, y aún más importante, por el internet.

Ese medio de comunicación universal que ha sobrepasado a todos los demás, pues los ha incluido, adoptado y adaptado a sí mismo, por ejemplo, la radio ha tomado forma de podcast, los medios escritos se han adaptado a presentaciones en portales web, la televisión ha sufrido una mutación que la ha hecho encaminarse cada vez más a los servicios de streaming en línea.

Pero va más allá que los medios de entretenimiento, ahora uno puede aprender todo lo que se pueda aprender por internet, y ese ha sido su mayor logro, el ser una red de distribución de información con alcance global, y disponibilidad casi inmediata en la mayoría de los casos. Muy atrás quedaron esas épocas donde para leer un libro se tenía que correr con suerte de encontrarlo en una biblioteca, ahora prácticamente todos los libros se encuentran disponibles casi instantáneamente luego de unos cuantos clicks.

La información está al alcance de todos realmente, un profesor en Alemania puede publicar un trabajo de investigación, y este estará disponible para estudiantes de cualquier parte del mundo. De esta forma se justifica perfectamente el crecimiento de los avances científicos en los recientes años, más personas que tienen al alcance más información, crearan y volverán realidad hasta lo imposible.

Debido a todo esto, es fácil afirmar que no se puede decir “no se” en este momento de la historia, donde todo está al alcance de cualquier persona que se lo proponga encontrar, hoy en día la única limitación en cuanto a conocimientos existen son las auto impuestas, las personas seguirán diciendo “no se” es una expresión arraigada en nuestra cultura, que tomará años erradicar, pero lo que realmente implica esa simple respuesta es “no quiero saber”.

Porque todo está “allí” en la red esperando ser visto, millones de personas generan contenido educativo por miles de razones diferentes, cada uno diferente del otro, cada uno explicando temas desde lo superficial, a lo más detallado. De sentir curiosidad por algo, ahora más que nunca es fácil entrar en una computadora, y luego de una tarde de investigación en el tema volverte un entendido (O incluso un experto dependiendo de la complejidad y cantidad de información existente).

Por ello no existe otra explicación, el que no aprende algo hoy en día es porque no quiere, habrá miles de excusas diferentes para justificarse, pero eso no cambia el hecho de que todo lo necesario no se encuentra ni a pasos de distancia.