Melifluo recuerdo | Versos libres

Sinceramente pudiera extenderme 

y escribir toda la vida, 

crear un libro 

o una saga para ser exactos, 

pudiera ser mi nuevo pasatiempo

o mi trabajo de 12 horas, 

decorar las calles de la ciudad con descripciones

o forrarla enteramente,

pudiera recitar una canción

o un concierto entero,

soñarlo toda la noche

o imaginármelo todos los días,

caminar hasta la esquina hablando de eso

o recorrer todo el mundo recitando poemas,

convertirme en una simple neófita

o totalmente devota de aquello,

en fin, 

pudiera tomarme toda una eternidad definir la sublime belleza de oírte gemir 

y la inexplicable dicha de verte venir.

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Involuntariamente lo recuerdo, en mi mente se repite de manera constante y sucesiva aquellas notas que surgieron del placer al estar encima de ti y no puedo negar que admiro mi valentía por no desvanecerme en la plenitud del roce de mis caderas con las tuyas. Cada vez que entrabas y salías de mí sin piedad alguna, sentía como si fueras hecho a mi medida, como si fueras mío y todo esto ya estuviese planificado, como si los dioses del Olimpo nos hubieran retado uno a uno y una batalla en coliseo sería nuestro espectáculo, fue su dicha concedida, y te juro que si existiesen fuera una prueba verídica de que sí descienden los ángeles, y tus sublimes gemidos serían su más sencilla manifestación. 

El mueble de la sala era testigo de nuestro eclipse, hasta Dios nos observaba con morbo desde el cielo, y cualquier sonido se oía melifluo como las notas de un violonchelo. El tiempo no resistió y se frenó, el mundo se paralizó y pareció que todos fueron testigos que hacíamos el amor. Incluso sentí nostalgia al pensar que todo este tiempo lo estuve perdiendo y no paraba de imaginar cómo sería ser la dueña de tus adentros, desvivía aquel momento planificando cómo construir poco a poco nuestro imperio o casarnos inmediatamente sin remedio.

Me sentía en la más grande cúspide de tus anhelos, fue un momento celestial, los fluidos parecían agua de manantial bajando por la cordillera que formaban nuestros cuerpos y nuevamente de fondo como neblina que cubre la naturaleza se encontraron mis gemidos con los tuyos. Tú como un ángel demoníaco convertido en alguna bestia empírea y yo como humana afortunada, solo buscaba constantemente un atajo que me condujera a lo más profundo de tu cuerpo a ver si por cuestión de suerte me topaba con tu alma y por primera vez te atrevieras a dejarme entrar. 

 ✧  

Nos encontrábamos en pleno apogeo, fuimos perfectos, hechos el uno para el otro, éramos uno, cómplices del crimen que habíamos cometido, pero lamentablemente solo fue por ese instante. 

Todo ya había terminado, 

bajé del cielo de acuarelas que habíamos pintado, 

había regresado a mi infierno frío y desolado,

abrí mis ojos y ya no estabas,

y lo único que pasaba por mi mente era si aceptar la despedida 

o postergarla sin medida.

Y aquí estoy, otra vez, esperando mi suerte para volverte a ver y tener la dicha de escuchar nuevamente a un ángel estremecer. 

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✧ Breve relato poético de mi recuerdo de aquella dicha  ✧ 

 "Pocas son las ocasiones en que la vida le permite a uno pasearse por sus propios sueños y acariciar un recuerdo perdido con las manos"   —El laberinto de los espíritus, Carlos Ruiz Zafón