A veces es más fácil vivir en la mentira.

Hace poco viví una experiencia que transformó mi vida, ciertos elementos me hicieron asimilar y recuperar la conexión espiritual y transparente con mi yo interno.
Ese proceso de transformación no fue fácil, tuve varios choques con mi antigua realidad que desencadenó un presente depurado, me perdoné y dejé ir.

En una diversidad de formas, una persona muy especial se dedicó a buscar en mi interior, abarcó diferentes niveles de comprensión, me dejo un sabor de conocimiento, satisfacción y alegría. Transformó mi ser, lo potencio y lo convirtió en ideales, traspaso barreras sin importar condición fue mi educador en ese proceso de cambio.

En este momento representa una figura fundamental en mi vida, fue y es mi héroe me rescató del abismo, me ayudó a tomar consciencia de los malos pasos que venía dando para así poder liberarme y transformarme en la mejor versión de mi.

Mi liberación ocurrió cuando me libere de las mentiras, me enfrenté conmigo misma, me tuve que permitir liberar y derramar lágrimas de auténtico sentimiento.
Tomé en un determinado momento la decisión más importante de mi vida (Liberarme de lo que venía haciendo, conocerme de nuevo, amarme y tener una relación satisfactoria conmigo)
Fue un viaje de dificultades, de lágrimas del sufrimiento más puro, pero también de felicidad.
Aún paso por este proceso, sigo teniendo en cuenta que es un periodo de cambios por tal motivo se presenta una y otra vez, pero sé que llegará el momento en que podré lograr la verdad, pasaré estas diversas pruebas las superare así me lleve un tiempo más que otra.
Lo cierto es que ha sido un proceso de transformación profundo, se necesita un tiempo más amplio para remover el daño y purificar las heridas.
De cualquier modo, pienso que mis ideales fueron manchados o nublados en ese lapso de tiempo debido a los elementos imprescindibles de todo ser humano bien sea mi relación con mi familia, la relación que mantenía con antiguas amistades y no era consciente de ello ni de la carga que traía con los mismos.

Hoy gracias a ese ser especial actúo más de acuerdo a mi YO VERDADERO. Pongo en práctica mi conocimiento con la vida y soy totalmente espiritual, limándolo de toda impureza y aceptandome con nada una de mis imperfecciones.

Elegí vivir mi realidad y no vivir de la mentira, por mucho más fácil que esta sea, llevo las riendas de una vida sana, placentera y REAL.

A ti si algún día me llegas a leer GRACIAS, gracias por esta transformación, gracias por regalarme el beneficio de amar y permitirme ser amada, por soportar la intensidad de lo que fue mi vida en ese momento durante ese corto tiempo, eras lo que necesitaba para curar mis heridas, te prometo y me prometo sanar definitivamente.

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