Me ha fascinado tu post, querida amiga, compartimos una de las pasiones más valiosas como lo es la lectura y me sorprendí gratamente cuando hablas de ese beso entre Carmen Rosa y Sebastián, en Casas Muertas, porque esta novela junto con Lazarillo de Tormes iniciaron mi mundo en la lectura de obras literarias.
Hace tiempo escribí acerca de cómo fue ese inicio que intentaré resumirte aquí. Pues resulta que a mí me gustaban los libros que tuviesen mucho diálogo, entonces tomé de la biblioteca de mi papá este y lo abrí justamente en esa escena donde están ambos debajo del árbol de cotoperí y él le pone una mano en en seno, esto me impactó, yo tenía algunos once años, por lo que me regresé en la lectura, pero no leí desde el principio.
Vivo esa obra, conozco a la maestra Berenice que era mejor que mi maestra, Martica, Pablo, de pronto se enferma Sebastián, dicen que tiene hematuria, que si la orina se pone negra puede morir, y comienzo a rezar, a llorar y a rezar abrazando aquel libro. Entonces muere Sebastián y me molesto tanto que arrojo el libro en la cama, ¿para qué escriben libros así?, reclamo, y lo vuelvo a tomar y lo abro desde el principio y resulta que el primer capítulo se llama El Entierro, Sebastián estaba muerto desde el comienzo de la obra y yo no sabía. Fue un maravilloso chasco, porque allí quise volver a sentir lo mismo que me produjo este libro y volví a la biblioteca de mi padre y me llevé Cumboto, Pobre Negro, Ifigenia, Lanzas Coloradas y aún sigo abrazando libros. Gracias por revivir esto en mí.
Saludos cordiales.