El 25 de Septiembre de 1.728 fue creada la compañía Guipuzcoana, con una real célula que expidió el rey Felipe V. Dicha compañía propiedad de los capitalistas vascos de la provincia de Guipúzcoa, que otorgaron una buena comisión al rey por sus ganancias. Su funcionamiento duro desde 1.730 hasta 1.785. A esta empresa le fue otorgado el monopolio del comercio de Venezuela. Para tal fin diseño leyes y decretos para impedir el comercio de los criollos Venezolanos con otras naciones extranjeras, pero ni las disposiciones legales, ni las medidas compulsivas, pudieron eliminar la corriente comercial clandestina entre la colonia de Venezuela y otras naciones extranjeras. A pesar que se persiguió con afán y sumo interés el contrabando, se efectuaron innumerables confiscaciones de mercancía, se arruinaron a innumerables familia, se impusieron penas y multas infamantes. Pero el supuesto mal que se quería erradicar (contrabando) continuo igual y fue más bien en aumento, ya que el mismo era un oxigenante de la economía de Venezuela. Uno de los principales objetivos de la compañía que se comprometía a asegurar i erradicar el contrabando de las costas Venezolanas tarea que no pudo cumplir ya que termino siendo parte del contrabando.

Los navíos de la compañía Guipuzcoana, traerían mercancías para las provincias desde los puertos de Guipúzcoa, sin pagar derechos de tonelaje, pero debían satisfacer antes de su partida los derechos de aduana: 5% por concepto de salida y el 2% por concepto de entrada. Las mercancías y los metales preciosos que las embarcaciones de la compañía confiscaban, en el comercio ilícito, podían venderse en las Indias, sin pagar derechos de alcabala, esto propicio que se cometieran innumerables atropellos y falsas acusaciones en contra de los Blancos Criollos con el único fin de despojarlos de sus propiedades.

Entre 1730 y 1748 la compañía Guipuzcoana, exporto directamente a España 850.668 quintales de cacao, un tercio más de las cantidades que se habían remetido en los treinta años anteriores; este cacao se vendió a razón de 45 pesos el quintal, en lugar de los 80 pesos como se cotizaba anteriormente. En 1.742, la compañía el comercio exclusivo en la provincia de Caracas y en 1.752, el de la provincia de Maracaibo.

El monopolio otorgado a la compañía Guipuzcoana, no elimino la corriente de comercio clandestino y de acuerdo con registros de severos funcionarios, ella misma practicaba el contrabando. El contrabando holandés tomo gran vigor y ni la corona ni la compañía pudieron tomar medidas drásticas para evitarlo. La compañía misma era responsable de esta situación, ya que las ventajas que ofrecían los holandeses a los mercaderes venezolanos, no se limitaban solo a venderles las mercancías europeas más baratas, sino que además pagaban mejor el precio del cacao principal producto de exportación de la época.

Las autoridades coloniales trataban por todo los medios posibles detener el contrabando. En 1.772, se publicó la medida de que para transportar mercancías hacia el interior era necesario presentarse ante la compañía, a fin de que reconociera la factura y otorgara la correspondiente licencia. Todos aquellos a quienes se les encontraran mercancías sin las respectivas licencias, serian procesados como contrabandistas. Pero el comercio ilícito continuo realizándose, hasta el extremo que de cada 500.000 mil pesos, por valor de las ventas de cacao venezolano en Nueva España, 450.000 pasaban a las colonias extranjeras, es decir que el 90% del cacao exportado egresaba al comercio extranjero por medio del contrabando y solo el 10% al comercio español de forma legal.

La compañía Guipuzcoana, fomento la agricultura, compro a bajos precios los productos agrícolas e hizo competencia. También participo en los asuntos políticos, valiéndose de esta influencia para cometer abusos. Esta participación de la compañía, en cuanto a los asuntos políticos, motivo algunos alzamientos en contra de ella. El más importante fue el de Juan Francisco León quien fue vencido y hecho prisionero, más tarde condenado a servir como esclavo en áfrica.

La compañía Guipuzcoana, no pudo acabar con el contrabando. En 1.757, se dirigió a la corona quejándose de su propia situación. En 1.776 los puertos de la Guaira y Maracaibo quedaron comprendidos dentro de las reglas del comercio libre, dictadas por la corona. En 1.789 se permitió comerciar definitivamente con España. Esta libertad de comercio perjudico a la Guipuzcoana, la cual viendo abolidos sus privilegios por decreto real de 1.781, se convirtió en una compañía comercial cualquiera.

Existen diferentes juicios acerca de la labor de la compañía Guipuzcoana; sin embargo, la mayoría tiende a admitir que a pesar de que atendió mas sus a sus propios intereses que a los de la provincia, desempeño un papel importante en la evolución económica y logro mediante una acción agresiva, despertar el sentimiento “independentista” de la clase terrateniente Venezolana.