Es mi digna palabra de lo que soy, y lo que valgo, como existencia de mi vida cuestionada por ser diferente, pero nadie me cuestiona, el guerrero que soy, mi nombre es Prometheus, hijo de Orión el grande, los humanos pretender escondernos; como un mito o leyenda, no sé si por cuidarnos o desterrarnos de su vida, hasta lo más superficial de la analogía, del pensamiento del hombre de dominar el mundo. Con la necesidad de sobrevivir, más que un dios. Pero mi padre por mantener el equilibrio de nuestra existencia, en nuestras tierras pérdidas, en un bosque místico, adornado con la propia naturaleza de dar miedo a la vista de todos.

El rey Oculis, de una isla muy cercana, nos dio como voto confianza, y paz, dando a su único hijo, quien mi padre lo acobijo como si fuera su hijo, siendo humano, no sé si será mi castigo pero, ahora soy su hermano, el llama Héctor; -no les miento siempre fui su rival desde pequeño, pero siempre se apegó hacia mí, lo que más le fascinó de mí, es mi marca de nacimiento en mi pecho como dos rallas se cruzan como una “X” me apodo centaurox el único, pero yo era apático a sus comentarios, pero crecimos juntos, mi madre me decía que era la voluntad de mi padre.


La paz se mantuvo, hasta la llegada de unos invasores de tierras lejanas, por apresar a mi pueblo, solo recuerdo a mi padre vestir su armadura y su arco para combatir, y mi hermano Héctor, con su espada, que le forjo mi aldea con la figura de caballo en su mango, para que fuera libre, llegamos a la costa vimos, muchas embarcaciones, y se desplegabas como una plaga con jaulas, como si nosotros fuéramos trofeos de caza.

Mi padre, fue a la ataque para cuidar y defender a su pueblos, mi hermano no lo siguió, fue a cuidar a los más pequeños, yo lo llame cobarde por irse, a mi padre lo atravesaron tres flecha bajo una red, pero se defendió consiguiendo la muerte, con mi manada, logramos oprimir la los invasores, pero se replegaron a rodearnos, llegaron más embarcaciones, solo sentí como me ataron como un animal, vi como mis gente se la estaba llevando, solo veo como la colina del bosque veo como viene Héctor, con el resto del pueblo y los pequeños guerreros, arrasando y quemando la embarcaciones como una tormenta sin plegaria de vida, solo veo como su destello del brillo de su casco frente a mí; tan solo, para liberarme, pero varios arqueros le dispararon, viendo como moría frente mío, como pudo se arrodillo, se apoyó con su espada y se puso de pies, con su escudo partió las flecha que atravesó su cuerpo, me libero pero cae en mi brazo, le digo porque lo hizo, me dijo porque eres mi hermano, mi padre me enseño lo que valemos hasta que lo demuestro en vida, soy humano, pero igual tu eres mi hermano esa es la voluntad de nuestro padre Orión, tú me enseñaste luchar por lo que amamos, yo sé que fuiste duro para darme carácter, y me la diste aquí te dejo mi espada, para que luche por lo nuestros centaurox; mi hermano.

Lograron salvar a todos, pero centaurox, comprendió el valor de la vida y de su hermano, y le hizo un funeral con honores a su padre y su hermano; como los centauro que defendieron a su pueblo, y mantuvo el legado de paz de su padre con los humanos.