AÑORANZA.
Echo de menos
aquellos felices momentos
que de niño no busqué
y de mayor no encuentro.
que ya no están,
el de unos hijos que por sus caminos
sin decir adiós se están yendo,
el de un amor
que de tanto usarlo se cansó,
a mi soledad que se alejó
dejándome sin su silencio.
Hoy me faltan las palabras
de una vida que se acaba
y en la que nadie soy recuerdo.
Cómo echo de menos...
aquellos felices momentos.
Poema propio.
Fuente de la imagen:
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