Defender la dignidad

Comienza una nueva semana y llueve como si nunca antes. He pensado que para un día así, lunes de lluvia y adelante vamos, estaría bien vestirse un poema-chubasquero, de los que forman capa dura sobre la piel, de los que invitan a sentirse valiente, a defender lo justo, a salir bajo la lluvia y seguir persiguiendo horizontes. Así que hoy os he traído este breve poema titulado "Defender la dignidad" y la fotografía de una pared parlante que invita a tomar un refrigerio ético y vigorizante. ¡Salud!

La insensatez de sentirse vivo
no queda impune
en este mundo-mantel
con las costuras bordadas al revés.

Sentirse vivo y que duela;
vivir con el dolor que causa
la vida, con el dolor que causa
todo lo que duele.

Sólo así puede uno defender
-honestamente-
su dignidad.