La brisa del mar es un canto de sirenas… en sus notas inaudibles se lamentan por el plástico, el petróleo y otros contaminantes… la playa; en su orilla me pierdo en un mundo imperceptible un mundo en miniaturas esparcidas por las arenas en una delgada línea de vidrios esmerilados, conchas marinas restos de algas más plástico, combustibles y un sin fin de objetos que rebasan nuestra imaginación.

La playa en sus distintas facetas te brinda un camino a la libertad de tus pensamientos y vuelas libre rasando el suelo buscando imágenes de otra realidad mezclada con el pasado, el presente y futuro en la historia de la playa está escrito su destino… ese destino donde deja de flotar esa botella plástica que viajo por dos años desde un lugar lejano… la naturaleza rechaza toda la intervención humana y aflora la basura en protesta a semejante traición al planeta.

Tenemos en nuestras manos el destino de los mares, tenemos el futuro delante de nosotros pidiendo a gritos una tregua de menos contaminantes para poder disfrutar de nuestras playas, océanos, mares... nuestro planeta es el ser vivo más grande y vivimos en el… no somos ajenos al universo, él nos sostiene y nos da vida, cuidemos nuestro frágil planeta en un solo orden de salvar la humanidad entera.