La verdad sobre el Té Verde

No es un secreto que en la tendencia de la salud y el bienestar, se recomienda el consumo diario de té verde para “quemar grasa”. Aunque efectivamente éste es uno de sus beneficios, debemos conocer qué sucede en el organismo para que ocurra este proceso que ayuda a la pérdida de tejido adiposo.

El secreto es su efecto termogénico.
La termogénesis es la capacidad de generar calor a través de las reacciones metabólicas del cuerpo, es decir, teniendo en cuenta que las calorías son unidades de calor, la termogénesis son las calorías utilizadas para los procesos de masticación, digestión y absorción de los alimentos.

El té verde incrementa el gasto calórico a través de su efecto termogénico y ayuda con la oxidación de grasa, ya que ésta es una fuente de energía que el cuerpo utiliza. También nos aporta una dosis adecuada de cafeína que nos proporciona energía.

Existe una fama sobre su efecto “anti-envejecimiento”
Al igual que otros tés, contiene muchos antioxidantes que ayudan a proteger a la célula de los radicales libres del organismo causados por la radiación, la exposición ambiental al humo del tabaco y la degradación de alimentos. La célula es la unidad más pequeña y más importante del cuerpo y cuando los radicales libres atacan parte de la célula –el ADN- éste no puede generar una célula de reemplazo y por lo tanto ocurre el envejecimiento. ¡Ojo! El envejecimiento es inevitable, pero sí podemos retrasarlo y asegurarlo cuidando mucho nuestra alimentación.

En conclusión, el té verde puede ayudar a la oxidación de grasa y retardar el envejecimiento, pero no es ninguna bebida mágica y sus beneficios, a pesar de ser muy buenos, son solo una pequeña ayuda. El té no te ayudará a "quemar" muchas calorías. Gastarás más calorías e impulsarás tu metabolismo si sales a caminar por lo menos 15 minutos al día o si practicas cualquier otra actividad física.

Sin duda, lo más importante es lo que consumimos día a día. Los alimentos altamente procesados -carbohidratos simples- son de fácil digestión pero pueden alterar los niveles de azúcar en sangre y provocar que almacenemos más grasa. Consumamos alimentos con buen aporte de proteínas en nuestras comidas, ya que el cuerpo tarda más tiempo y energía en procesarlos. Recuerda que el organismo tarda más en digerir alimentos complejos –poco procesados- y por lo tanto utiliza más calorías en su digestión.