Cuentos que no son cuentos "La nube negra"

Una nube solitaria paseaba de aquí para allá, curiosa le gustaba observar las historias que se formaban bajo ella, se complacía en algunas personas, y con otras se entristecía tanto que dejaba de vez en vez escurrir sus lágrimas, en otras se enfurecía tanto que por momentos se volvía gris haciendo gran estruendo relampagueando atemorizando hasta el que más si lo tomaba por sorpresa.

Lucía era alguien especial a la que gustaba seguir, al principio solo de lejos pues otras nubes la seguían aunque la mayoría del tiempo el sol las espantaba manteniendo el cielo limpio.
Una mañana pudo al fin acercarse más a Lucía y como la vio agobiada por el sol del verano se posó sobre ella, pidió entonces al viento soplara una brisita para refrescarla y se sonrió satisfecha al verla descansar, fue entonces cuando Lucía miro al cielo y le sonrió dándole las gracias por la sombra.
Desde entonces la nube luchaba contra el viento por encontrarse con su persona especial, no olvidaba aquella sonrisa y quiso más.
-No te poses más sobre ella, yo soy quien siempre debe brillar- Le dijo una vez el sol

• Tonterías no ves que feliz la hago ofreciéndole mi sombra, eres tu quien la agobia- le respondió la nube.
  La nube se aferró y continuo tras de ella, al principio Lucía se sintió contenta pues nadie como ella gozaba de tan agradable y bella sombra, pero al paso del tiempo comenzó a sentirse abrumada pues , día tras día miraba al cielo y la nube siempre estaba sobre ella. Nube no entendía por qué su nueva amiga pasaba días triste y lloraba con pena
  Nube no se dio cuenta que al aferrarse a seguir a Lucía se volvió egoísta, gruñona y amargada por no conseguir lo que quería, convirtiéndose así en una nube negra que afligía a Lucía.
  Hasta que un día no soporto su llanto y con el viento se dejó arrastrar para dar paso al sol que cálido al fin la abrazo, comprendiendo que el cariño deja de serlo cuando se es egoísta.

Imagen: Tomada desde mi Lanix, malecón Ciudad Campeche México