EL AYUDANTE DE LA MUERTE [historia]
Primera Parte:
Compasión
Era preciosa y sentía que no debía tocarla. Desde que entró a esa habitación, pensando que iba a ser otro trabajo fácil, existir nunca le pareció tan atractivo. Tampoco creyó nunca, en el tiempo infinito que llevaba robando respiraciones, que fuese tan injusto apagar una luz.
Miró por décima vez a aquella muchachita, no tendría más de diez años, y se suponía que ya su tiempo iba a acabar. Era lo que estaba por hacer, un espíritu de la muerte, que terminaba vidas al tocarlas, dudaba ahora mismo poder cumplir su deber con ella; porque quizás sintió una pizca de compasión.
La niña pareció respirar con mayor dificultad, estaba detallando las subidas y bajadas de su pecho al forzarse a tal acción. Tenía que hacerlo, porque en realidad la hacía sufrir.
De repente, la puerta de la habitación 309 se abrió, dando paso a una señora de cincuenta y tantos años. Su rostro estaba lleno de preocupación y sus ojos denotaban largas noches en vela, ella se acercó a la cama lentamente, para luego suspirar y observar con tristeza el cuerpo debilitado de aquella jovencita.
No podía ser su madre—Pensó él. Sin embargo, el amor que ella demostraba le recordó al que muchas veces vio en los ojos de otras madres. Sin saberlo, dejó escapar una ligera sonrisa.
Observó toda la habitación, desde que llegó no lo había hecho, y pudo notar algunas fotografías que decoraban una mesita de noche. Estaba esa niña sonriendo, con unos brillantes ojos café, parecía más pequeña y al lado posaba la señora igual de feliz.
Cuando volvió su atención, pudo notar cómo la mujer susurraba algo a la niña.
—Ya puedes descansar, mi pequeño ángel, todo va a estar bien —Era evidente, se estaba despidiendo. Como si supiera que aquel intruso se la iba a robar.
Él decidió que era momento de terminar su trabajo. Cuando estuvo a poco de tocarla, un miedo inexplicable le invadió; como si por un instante, aquel espíritu destinado a la nada, pudiera sentir la agonía de los vivos.
No pudo hacerlo.
Familia Steemit, en esta ocasión les compartimos la primera historia que hemos escrito juntas, a pesar de haber tenido muchas ideas anteriormente, es la primera vez llevamos a cabo una. Se nos ha ocurrido hace tiempo, sin embargo, lo escribimos reciente, y nos pareció ideal mostrárselos a ustedes.
Esta es, como pudieron haber notado, la primera parte de lo que será el relato completo, el cual constará de unas 3 o 4 partes aproximadamente. Esperamos que les haya gustado e intrigue, así podremos compartirles una nueva parte pronto.
Sin más que decir, y con mucho cariño, se despide desde este lado del mundo @cafeconleche.
cautivadora historia, continúen así,
El final deja para todo... espero la II parte
Muchas gracias, qué lindo lo que dices. Pronto traeremos la segunda parte.
¡Saludos!
Es una historia realmente impactante, que al final, he de reconocer, que me deja con la miel en los labios esperando la continuación. Por otra parte, me parece de una gran originalidad intentar explicar el punto de vista de 'la otra parte', esa que surge, quién sabe si de nosotros mismos, para hacernos más llevadero el tránsito. Me recuerda todo un clásico de Fredrich March (ufff, ya ha llovido desde los años 30 del siglo XX, cuando hizo la película La muerte de vacaciones, cuyo remake moderno lo protagonizó Brad Pitt, en una película titulada ¿Conoces a Joe Black?), donde hasta la Muerte termina conociendo la compasión por el interés que le produce, después de milenios, la raza humana. No es fácil intentar, siquiera sea fantaseando, ponerse en esa piel de otro mundo, pero estoy seguro de que me vais a sorprender muy gratamente con las siguientes partes. Y una cosa más, estimadas amigas: no importa lo que se tarde, recordar siempre que lo principal es llegar. Así que, respondiendo a vuestro comentario, no os preocupéis si tardáis toda una tarde, o un día o una semana en escribirlo. Al final, todo lo que tiene que fluir, fluye por sí mismo para gratificación del que lo escribe y premio del que lo lee. Muy buen relato. Saludos cordiales
Estamos muy agradecidas de que se haya tomado el tiempo para leer nuestra humilde historia, además de comentarla de una manera tan encantadora. Es toda una dicha lograr dejarle esas ganas de un poquito más a los lectores, nosotras como escritoras novatas nos sentimos halagadas en demasía pues jamás pensamos que lograríamos algo así (y nos sentimos orgullosas).
No hemos visto ninguna de las películas que menciona, aunque sí escuchamos medianamente sobre ¿Conoces a Joe Black?, es curioso cómo siempre hay algo a lo que puedes asociar otra cosas, independientemente de lo que sea, desde la musa que te empujó a escribir hasta otras cuestiones que te la recuerdan. Tiene razón, no es fácil ponerse en otra piel, menos la de otro mundo, y sonar auténtico; creo que nuestro trabajo va por buen camino.
Gracias por sus bonitas palabras, @juancar347, nos hace felices y enciende nuestras ganas de terminar las siguientes partes pronto. Esperamos pueda leerlas y no defraudemos la impresión que le creamos hasta ahora. Saludos y mucho éxito para usted.