Bitácora personal 17042019: Hola, soy bonzopoe y soy un audiófilo.

Hasta hace un par de meses no sabía lo que es un audiófilo, y mucho menos que lo era, pero desde que conocí el término poco a poco me dí cuenta de que lo soy y siempre lo he sido. Un audiófilo, dicho de manera coloquial, es un amante del buen sonido en lo que a reproducción de música se refiere, buscando siempre la máxima calidad y fidelidad en el audio.

Los audiófilos disfrutamos escuchar música de la manera más fidedigna posible, y eso nos hace interesarnos por toda la tecnología que nos puede permitir la mejor experiencia en ese sentido, obviamente dentro de las posibilidades económicas de cada quien.

¿Pero qué implica todo esto?, ¿qué nos hace diferentes a todos los demás amantes de la música? Bueno, pues que no nos conformamos con cualquier sonido, y nuestro disfrute de la música es directamente proporcional a la calidad del audio de esta.

No puedo hablar por todos los audiófilos, pero si puedo hablar de mi experiencia personal, puede que eso ayude a explicarlo mejor, y puede que como me paso a mí, alguno de ustedes se dé cuenta de que también lo es.

Desde niño he sido un amante de la música, y la primera cosa me compré a eso de los 17 años con mi primer trabajo de verano en un supermercado fue una grabadora, o lo que se conoce ahora como un microcomponente. Recuerdo que en ese entonces visité todas las tiendas de electrónicos de la ciudad y probé todos los equipos que estaban dentro de mi presupuesto, para luego de un par de semanas elegir el que iba a comprar, uno de marca Sony con equalizador integrado de 5 bandas. No era muy potente, pero el equalizador me permitía ajustar el sonido a mi gusto y me permitió comenzar a entender las frecuencias y como usarlas para ajustar el audio rápidamente.

Ya en la universidad pude comprarme un buen equipo para mi recámara y fue nuevamente minicomponente y de nuevo repetí la operación, pero en esta ocasión llevaba conmigo un cd y un cassette propios para evitar a los vendedores astutos que ponen el mejor disco que tienen con unos predeterminados que saben que se escuchan bien, para amarrar ventas.

En cada equipo que me interesó reproduje las mismas canciones del cd y el cassette para poder comparar, y fui probando las diferentes posibilidades de control de sonido que ofrecía cada equipo. Al final, contra todo pronóstico acabé comprando un equipo de marca Philips que hasta hace unos meses fue mi compañero para escuchar música.

Ahora ya en mi propio hogar, y más de 15 años después a mi equipo Philips de la universidad lo único que aún le funcionaban era el amplificador y el equalizador, pero sonaba tan bien en comparación a lo que había en el mercado que lo seguí usando y lo conecté a mi laptop para poder disfrutar de mi larga colección musical, ya que también soy melómano y tengo una colección enorme de música en formato digital, pero eso es tema de otro post.

Sin embargo hace un par de meses mi compañero de batallas por década y media finalmente pasó a mejor vida, por lo que me dí de nueva cuenta a la tarea de buscar la manera de reemplazarlo. Y para tristeza mía descubrí que aquellos equipos que uno podía armar a su gusto, se habían vuelto de nicho, y comprar tan solo un equalizador de 10 bandas por canal cuesta casi lo mismo que un televisor 4k.

Platicando con el vendedor de una tienda me dijo que lo que buscaba ya no existía, a menos a que estuviera dispuesto a gastar lo mismo que cuesta un auto de gama media armando mi equipo, y para ello tendría que conseguir las partes en sitios muy especializados. Y sencillamente mi presupuesto no me lo permite.

En vista de esto pase a mi plan B: comprar un minicomponente nuevo, con la esperanza de encontrar algo que se acercara a mi difundo equipo. Y nuevamente me frustré al ver los equipos que ahora se venden. Muchos son una enorme bocina que en la parte superior tiene espacio para conectar un usb, y que en vez de opciones de control de sonido tienen foquitos que se prenden al ritmo de la música (WTF!). Otros que siguen el formato tradicional, o sea, tienen radio, cdplayer, equalizador y demás. Emitían un sonido muy potente pero carente de fidelidad, uno no podía distinguir instrumentos, solo un ruido con ritmo que no me era nada placentero. Y los equalizadores de estos equipos eran predeterminados, no te permitían manualmente ajustarlos a tu gusto, y además de todo eso no eran nada económicos.

Platicando nuevamente con un vendedor y explicándole mi situación me dijo que si lo que necesitaba era algo parecido a lo que tenía, o sea, un equipo del que solo me interesaban el amplificador y el equalizador, porque no buscaba en tiendas de empeño equipos viejos que estuvieran en remate, ya que suelen ser más accesibles, y podrían acercarse más a lo que tenían, y siguiendo su consejo conseguí un equipo bastante económico, un poco más limitado que mi equipo anterior, pero que permitía manualmente algunas opciones de control del sonido.

Eso fue hace un par de meses, y desde entonces he estado poco a poco, día a día, ajustando el sonido, probando con diferentes combinaciones de bocinas, tengo 4 pares de diferentes marcas que he conseguido a lo largo de los años, y ajustando las limitadas opciones de equalización que tiene el equipo y combinándolas con el equalizador de la pc, hasta lograr un sonido que creo que es incluso un poco mejor al de mi equipo anterior en el 95% de las veces.

A pesar de ello cada vez que escucho nuevamente algún disco de mi colección con este nuevo equipo y configuración, no puedo evitar seguir haciendo pequeños ajustes a la equalización para conseguir cada vez un mejor sonido, y hoy después de 2 meses puedo decir que me siento contento con cómo suena me equipo. Que puedo poner cualquier disco y escuchar cada instrumento con fidelidad y nitidez, casi como si estuviera escuchando el propio grupo en vivo.

Ya logrado esto, ahora estoy organizado y depurando mi colección, y cada vez que escucho un disco disfruto ir descubriendo sonidos que antes no podía distinguir, o poniendo atención a los arreglos de cada instrumento y ver como capa a capa el músico construyó una canción, y eso me produce un placer que hasta hace poco pensaba que era una extravagancia mía, pero ahora sé que no soy el único obsesionado con el sonido, y que hay muchos como yo, que incluso con esos equipos que yo solo sueño tener hacen exactamente lo mismo, y como quien les escribe, gustan de sentarse en su sillón favorito, poner un disco, cerrar los ojos y con un sonrisa de oreja a oreja, disfrutan una canción, escuchando cada instrumento, cada sonido, cada bit, como si estuvieran junto a los interpretes de esta.

No sé si esto sea de su interés o de utilidad, pero creo que necesitaba expresarlo, si alguno de ustedes experimenta algo parecido me daría mucho gusto leerlo en los comentarios. Gracias por leerme y hasta la próxima.