Bitácora personal 06052019: ¿Vives por inercia o vives como quieres vivir?

Podemos resumir la vida de las personas en una serie de hechos ordenados y eslabonados, que se supone que todos debemos seguir, y de alguna u otra forma, en menor o mayor grado, todos seguimos. Nacer, ser niños, ir a la escuela, desde el kínder hasta tener una profesión, casarte, tener tu casa propia, auto, perro, educar a tus hijos, luego jubilarte, disfrutar a los nietos, y finalmente partir. Y todo dentro de ciertos tiempos que se consideran socialmente aceptables.

Esto no tiene nada de malo, hay mucha gente que vive así y es feliz. Hay gente a la que simplemente esos tiempos y pasos a seguir en la vida se le dan de manera natural, sin buscarlos siquiera, y en ellos se les va la vida, una que puede ser muy plena.

Sin embargo hay quienes no entran en este esquema o simplemente un día deciden abandonarlo. La gente que quiere ser artista en vez de estudiar una profesión. Aquellos que deciden tener una vida amorosa fuera de los parámetros "normales", o deciden no tener hijos. Aquellos que pudiendo tenerlo todo optan por una vida más sencilla, y en genera todos aquellos “rebeldes” que deciden vivir la vida bajos sus propios términos, son ejemplos de ello.

Y eso tampoco está mal. Cada quien es libre de vivir como quiera, y de ser feliz a su manera. Lo preocupante, tanto en un caso como en otro, es el vivir por inercia, sin decidir de manera consciente como quieres hacerlo, sino dejando que tu entorno social u otros decidan por ti. Y ahí es cuando surgen a veces los dramas, porqué ¿alguna vez te has preguntado cómo quieres vivir?, ¿has parado para preguntarte que es importante para ti?, ¿has evaluado si estas a gusto con tu vida, lo que tienes y lo que eres?

Cuando la respuestas a preguntas como estás es no, es cuando de repente se entra en crisis. Darte cuenta de que nunca has hecho lo que has querido, o has vivido la vida que otros esperaban de ti sin darte cuenta, puede ser muy perturbador. Y es que la sociedad día a día nos orilla a seguir un patrón o ruta de vida establecida, y si te sales de ella, te señala, por decir lo menos.

Sin importar lo que decidas hacer con tu vida creo que lo importante es que sea algo que tú, y nadie más, eligió. Si vas a vivir la vida típica de estudiar, graduarte, casarte y tener hijos, que sea porque es lo que quieres y no porque te viste orillado a ello por la presión social y familiar. Cuanta gente se casa porque a ya es tiempo de casarse, o estudia lo que no quiere para seguir la tradición familiar, o vive una doble vida para poder sentirse medianamente plena. No seas tú uno de esos casos.

Eso no quiere decir que hacerlo sea fácil, por supuesto que muchas veces, por no decir que la mayoría de las veces, no lo es. Hay que pagar el precio. Uno es un incomprendido, un bicho raro, incluso un paria, dependiendo de lo que hayas decidido y cual sea tu entorno social y familiar. Pero ¿qué es mejor? ¿vivir en una mentira “cómoda” o en una verdad difícil? La respuesta no es sencilla y depende de cada quien.

Lo que si es un hecho es que si decides vivir según tus reglas y no las de los demás, puede que la distancia entre ambas sea bastante, y eso implique un cambio drástico, e incluso un volver a empezar, pero puede valer mucho la pena.

Si nunca te has puesto a evaluar tu vida, quien eres y que haces, te invito a que lo hagas, puede que no tengas que hacer tantos cambios para ser feliz. Cambiar de trabajo, mudarse, tener nuevos hobbies, por dar algunos ejemplos, pueden ser suficientes para hacerte sentir más pleno. Si siempre quisiste ser músico o pintor, tomar clases puede ayudarte. Si siempre quisiste conocer el mundo, salir a pueblear los fines de semana podría ser una actividad ideal para ti. No siempre tenemos que hacer cambios drásticos para ser más plenos. Pero cambios drásticos o no, siempre vale la pena hacer un alto en el camino, hacer un autoevaluación honesta, y rectificar si hace falta.

Un poco de instrospección siempre es buena, escucharnos más que a los otros también, a fin de cuentas solo tenemos una vida, y hay que vivirla lo mejor que se pueda, aunque a vece eso implique dar la media vuelta, y buscar un nuevo camino a recorrer.

Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.