Noche y placer. (relato erótico)

Viernes, casi 10 de la noche, me dispongo a salir, paso por una calle donde es un mostrador a escoger toda clase de chicas, que venden su cuerpo, entre poses, miradas, palabras subidas de tono, en fin, insinuaciones de todo tipo.

fuente

Me llama la atención una catirita que estaba apartada del montón, le toco corneta, y ella se acerca, le invito a subir al carro, muy amablemente acepta, entablamos una conversación algo ligera, como para romper el hielo.

La catirita entrando en confianza me toca la entrepierna, sentí como una descarga eléctrica que recorría todo mi cuerpo, cerca quedaba un motel en el cual entramos.

Ya estando en la habitación, la catirita me estaba volviendo loco con sus caricias, que invadía todo mi cuerpo, la presión que sentía en el pantalón era increíble, dejé mi bulto al aire libre, las manos suaves de la catirita se encargaron de hacer el trabajo, me excitaba verla como jugaba con mi miembro.

fuente

Yo estaba fuera de control, solo pedía más y más caricias, sentía el vaivén de sus caderas, piel con piel, mis manos recorrian el escultural cuerpo de la catirita, con delicadeza pone el preservativo en mi miembro, dándole rienda suelta a la imaginación, sus hermosas montañas las tenía en mis manos, respiración agitada muy cerca de mis oídos, tras unos instantes el subir y bajar de caderas, entre líquidos confundidos, ahí, la tenía gimiendo, brillantes de sudor caímos exhausto en la cama.