Buenas tardes estimados steemians, gusto en retornar nuevamente para hacerme presente en este nuevo reto del #Club12 propuesto por nuestra querida @avellana. En esta oportunidad presentaremos nuestra comida favorita. Ya he leído a varias de las participantes y cada plato digo: ese me gusta, ese también, ese es mi favorito y este otro, también jejeje. En conclusión, todos los platos que preparan en mi amada tierra me encantan.

Yo pasearé por la zona andina, mi favorita. Esta es la tierra de mi amada madre, allí se encuentra la mayor parte de mi familia materna y cada vez que puedo, salgo volando para allá. En esa estadía no dejo de pasear y en cualquier parada de la zona, mi familia se detiene para invitarme a comer ricos pasteles con chicha andina, una de mis comidas favoritas.

Tengo alrededor de un año sin poder viajar al Táchira, pero aprendía a preparar esta sencilla receta, sé que no me quedan iguales a las que suelo comer en San Cristobal pero, me doy el gusto y además me deleito con remembranzas.

La receta para elaborar los pasteles es sencilla. Ingredientes para la masa: Harina de trigo, agua tibia y una pizca de sal. Preparación: Con una tacita de agua tibia y la pizca de sal, será suficiente para mezclar con tres tazas de harina de trigo. Amasar hasta obtener una masa suave y con cierta textura de rebote. Colocamos el dedo sobre la masa, hacemos un poquito de presión, soltamos y observamos cuando ésta se hunde pero sube rápidamente. Es recomendable dejarla una hora en reposo.

En San Cristobal, los pasteles tradicionales son de carne molida, arroz y algunos añaden garbanzos. Así que, el modo de preparación queda a gusto de cada quien. También puedes prepararlos con pollo o cualquier otro ingrediente. Yo los he probado pe pizza, de carne, de pollo, de champiñones, de chorizo, pero, prefiero los tradicionales.

En cuanto a la elaboración de la chicha andina, recuerdo que mi madre utilizaba el agua de las conchas de piña luego de tener al menos tres días en remojo. A esa agua añadía el papelón y algunos clavos de olor. Luego cocinaba el arroz sin sal y hacia una especie de chicha. En otra olla cocía harina de trigo (tipo tetero). Todo lo dejaba reposar y luego, en la licuadora y con mucha paciencia, licuaba el agua de la piña y papelón; agregaba una taza de mezcla de arroz y otra con la mezcla de la harina de trigo.

Licuaba un rato hasta obtener una composición ni muy líquida, ni muy espesa. Este batido, era pasado por un colador directo a una olla de aluminio. Allí se dejaba hasta el día siguiente sin refrigerar. De media olla, fermentaba y duplicaba el contenido. Para mis hermanos y para mi, era fabuloso. La chicha andina no se acababa, siempre se multiplicaba y podíamos tomarla muchos días seguidos.

Nada como degustar este plato en compañía de un buen mojito, ese que preparan con aliños picaditos, ají, cebolla, pimentón, ajo y cilantro. Se me aguó la boca ja,ja,ja,ja. Espero les haya agradado mi presentación. Les animo a probar los pastelitos andinos. En Caracas hay varias partes donde los hacen y venden, seguro que en su localidad (Venezuela) también habrá donde buscarlos y comerlos.

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¡Hasta pronto mi gente. Se les quiere y se les estima en grande. La imagen principal fue traída del blog de @avellana y las fotografías de los pasteles son de mi propiedad @belkisa758, la foto de la chicha

_{Caracas-Venezuela, Marzo 2019}

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