Wire of Stars #03: Peso de la muerte (Parte 1)

Si seguís a mi lado en esta tercera entrega, os lo agradezco. Permitidme que esta vez divida lo que os tengo que contar en tres partes. Sé que llevo varias entradas dando la paliza con historias curiosas, contando cosas que parecen inconexas, pero al final, tengo que deciros que son partes fundamentales en la historia. Es como las matemáticas, si no sabes sumar, restar, multiplicar y dividir, difícilmente sabrás realizar los siguientes niveles de los cálculos matemáticos. Es importante que conozcas una serie de datos importantes, sobre mi cultura, para no tener que luego dar más explicaciones de la cuenta y me pueda centrar en contar, como llegamos a un punto complejo, que nos pudo costar muy caro.

Os quiero contar, algo que paso bastante tiempo atrás. No sabría decir cuánto, ya que por este tiempo no vivía, concretamente, aún no había sido engendrado, pero he leído los libros de historia, incluso los de la época que se salvaron. Quiero contaros como surgió un nuevo orden en nuestro mundo, de las cenizas de un mundo, tan involucionado, que solo podía explotar.

Mi mundo estaba relativamente en paz. Existían algunas guerras por control de algunos territorios, algunos conflictos bélicos aislados, nada importante, relativamente. Esas gentes vivían en un mundo más o menos tranquilo, con recursos para todos y la ciencia avanzaba de una manera asombrosa. Un descubrimiento accidental lo desencadeno todo, posiblemente la guerra más cruel que podáis imaginar. Actualmente en mi mundo, viven cerca de catorce billones de personas, pero eso es irrisorio, porque en aquellos tiempos llegaron a ser casi veintidós billones de personas viviendo en nuestro mundo. Hoy en día somos muchos menos, casi treinta veces menos y es que hay una parte de nuestro planeta, que no podremos pisar hasta dentro de muchas generaciones.

Una de las regiones más poderosas de nuestro mundo desarrollo una sustancia química pesada. Esta sustancia, que podía estar en forma líquida, solida o gaseosa era altamente toxica y relativamente sencilla de fabricar y se podía lanzar desde cualquier parte. La denominamos el ‘Peso de la muerte’. Si parece una broma de mal gusto, pero era asi, letal de necesidad. Esta sustancia, denominada científicamente ‘Tri-estemionetal biferroso’, era amarilla en estado sólido, verde en estado líquido y tenía un olor a roble en estado gaseoso, que mato a millones de personas.

La avaricia corrompió el mundo y el país propietario del arma, se sabía dominador, asi que empezó a aislarse y a exigir cosas absurdas. El caos se desato, cuando una cumbre de científicos dijo que era una invención, que eso no existía y que solo era un compuesto químico simple. Aquello no sentó nada bien y al día siguiente, los cuarenta y tres científicos, que dijeron que era todo una patraña, murieron, en plena retransmisión en directo de la segunda jornada, analizando la sustancia química y desmintiéndola, junto a casi mil personas más, entre los que habían niños y periodistas.

Si habéis pensado en un acto de terrorismo cruel y despiadado, así es como se calificó por todos los países y por la prensa internacional. Se había utilizado el aire acondicionado para expandir el elemento en forma gaseosa. La gente, cuando noto el olor a roble, no pensaba en un ataque y se siguió como si nada. Tras unos minutos la gente empezó a toser, toser sangre, lo cual provoco que muchos intentaran escapar, pero era tarde, muchos murieron sentados o en los pasillos, ya que la sustancia, altamente toxica los mato en segundos. Ese fue el momento en que se desato la locura y mi mundo, quedo casi destruido.

La sustancia ‘Peso de la muerte’, se te mete en los pulmones y se absorbe por la sangre, matando a los glóbulos rojos al instante y provocando fallo multiorganico. El cerebro se seca al contacto de esta sustancia y muere rápidamente, terminando con la vida de cualquier ser humano. Por si fuera poco, esta sustancia tiene la capacidad de vivir en entornos abiertos, sin mayores problemas.

Mata a los animales, no solo a los seres humanos y en la tierra que cae, esta queda contaminada para eones, tanto es asi, que veintitrés generaciones después de aquello, esa tierra no puede ser pisada y se calcula que hasta dentro de otras trescientas generaciones, no podrá ser pasada sin riesgos. La sustancia se fusiona con la tierra y las piedras, no afectado a los árboles, no se sabe porque, pese a que llevamos varios siglos investigando el tema.

Poco tiempo después estallo una batalla entre el mundo y dicho país. La verdad es que contra todo el mundo poco tenía que hacer, pero le dio tiempo a arrasar dos continentes enteros, suprimiendo el 43% de la tierra para, prácticamente siempre. Esta sustancia, para que os hagáis una idea, si estáis a doscientos metros de una de estas perlitas, puedes morir, si tú piel la toca.

No duro mucho el bombardeo, muy poco. Fuimos capaces de terminar con ese régimen loco, eso sí, aun coste elevadísimo. El problema es que los avisos fueron desestimados y cuando se quiso reaccionar, ya era tarde. Se arrasaron muchas ciudades y se segaron muchísimas vidas, cerca de ocho billones de vidas con el ataque inicial y unos trescientos millones de personas más por daños colaterales de los ataques, lo cual supuso revueltas y se propusieron nuevos sistemas de gestión, uno basado en una unidad central que va dividiéndose y donde solo se puede optar por capacidades competentes en puestos de responsabilidad y que estarán ahí, mientras la ciudadanía quiera.

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