Tristeza con nombre

¿No les pasa que a veces ahogan su tristeza en algunas canciones? Esta noche me toca con baladas en inglés. A medida que vaya escuchando estas canciones, me hundiré más en mi historia. Esta es la historia detrás de la tristeza que tengo esta noche, se trata de Melanie, aún escribir su nombre me causa un gran dolor.

Melanie, si alguna vez lees esto, quiero que sepas que te amé con toda mi alma, estoy entregada a ti y no he dejado de llorar desde el domingo en que partiste.

Solíamos ser pareja, desde el 21 de Febrero del 2016 hasta el 17 de julio del 2019. No voy a mentir, tuvimos muchas altas y también muchas bajas. Siempre hizo lo mejor que pudo para que nuestra relación pudiera funcionar y aunque para ella no sea suficiente, sólo Dios y yo sabemos cuánto cambié por ella.

Nos conocimos a través de Internet, no me avergüenza decirlo, ella fue encantadora desde que comencé a hablar con ella. Aún recuerdo el día en que la conocí, tenía un abrigo negro, se estaba cubriendo del sol, pues tiene una piel muy delicada, ese día fue perfecto, a pesar de que mi ex-novia estuviera cerca de nosotras, yo no sentí que nada ni nadie más que ella tuviera mi atención. Podría ser cursi y recordar todos nuestros primeros momentos pero sólo les contaré lo esencial.

Aún recuerdo cuando me fui a vivir con ella, cómo olvidar ese 9 de marzo del 2016, tal vez fue muy apresurado, pero no lo sentía así, sentía que lo nuestro fue mágico, que era único y la verdad la amaba como nunca amé. A pesar de que tengo muy mala memoria, aún recuerdo todos nuestros paseos, todos los presentes, todas las películas que vimos y las que quisimos ver, recuerdo a todos los que les hablé de ella, me veían tan enamorada, tan ilusionada, les hablaba de las maravillas que causaba en mí, todos terminaban deseándome éxitos, buena suerte y algunos hasta le mandaban saludos. Para aquel entonces era tierno y gracioso.

También puedo recordar nuestras discusiones por temas fuertes o por tonterías, pero, la verdad no sé si me sentiría mejor olvidando todo o me alivie el hecho de no recordar nada, por ahora creo que prefiero sentir, superar, soltar antes que simplemente olvidar sin más.

Recuerdo cuando mi familia la conoció, fue la primera mujer aceptada para todos, todos la querían, amigos, familiares y eso estaba bien, me llenaba, incluso hoy todos me preguntan por ella, pero me da tristeza recordar todo lo que ha pasado, aunque esta noche, entre lágrimas, lo recordaré y lo plasmaré aquí.

Recuerdo cuando se operó de las cordales, fue tan delicada la cirugía en el quirófano, la Doctora me dijo que no podía ni ver el piso, todo era de alto peligro para ella, así que cuidé de ella lo mejor que pude, le preparaba todo líquido y le ayudaba hasta en la ducha, no me apena comentarlo, todos alguna vez necesitamos ayuda de una segunda persona y allí estaba yo incondicionalmente para ella.

También recuerdo todas las veces que estuvo ella para mí, cuidándome cuándo enfermaba, muy pendiente de que no olvidara tomar alguna pastilla o que no me faltara ninguna sopa para recobrar fuerza.

Y así entre altas y bajas, felicidades y tristezas, paz y peleas y otras cosas, pasó el tiempo, cabe destacar que en nuestra relación llegamos a terminar y volver. Sólo por el simple hecho de que pensábamos que funcionaría si lo intentábamos mejor.

Hasta que llego Junio de 2019, para nadie es un secreto que vivo en Venezuela, país donde lamentablemente por situaciones políticas y económicas que no quiero recalcar, mis hermanos venezolanos han emigrado para un mejor futuro para los suyos. Supongo que llegó su hora, lo veíamos venir, pero no tan pronto, no de la manera en la que se fue. Todo fue muy rápido, en ningún momento de la despedida lloré, no quería que supiera que me dejaba triste.

Sin más, partió en un Autobús, el 2 de Junio del 2019, fue allí donde entendí que se había llevado mucho de mí y también que me había dejado mucho de ella aquí, no me refiero a lo material, claro está. La espera fue interminable, estuve muy preocupada durante días, pues no tenía noticias de ella, no fue un secreto que no pude comer ni dormir bien hasta que supe que había llegado bien y que estaba a salvo.

Era muy duro, estar aquí sin ella, cuando antes, la costumbre era hacerlo todo juntas, todo me recodaba a ella, incluso dejó ciertas cosas acá, su perfume, cierta ropa, objetos que tengo que cuidar, papeles, entre otras cosas. Me costaba mucho avanzar en mi día a día, nada era igual, ver mi cepillo de dientes sólo o ver que ya no estaban sus zapatos era algo que me llenaba de una inmensa tristeza.

Después de unos días decidí comenzar a hablar con alguien más, soy de las personas que te puede hablar de cualquier tontería. Comencé a conversar con viejos amigos y la verdad me sentía a gusto con ellos. Mi error fue hacerle un favor a uno de ellos, donde, me hacía pasar por su pareja durante un determinado tiempo. Fue un tonto acuerdo que me costó más de lo que debía. Por supuesto, Melanie lo supo, le expliqué que era un favor, algo que ella tal vez no supo entender.

A raíz de eso, luego de un tiempo, comentarios comenzaron a llegar a mi dónde me indicaban que Melanie tenía a alguien más. Me tocó indagar un poco, pues ella aún lo niega. Llegué incluso a hablar con esa persona y me indicó que sí, en efecto, estaba saliendo con ella. Cabe destacar que esta persona es un chico.

No supe como asimilar el dolor en ese momento, pero luego comprendí, que no me dolió eso, sino el hecho de lo que ella me mintiera, más aún donde me indicó: ‘‘Yo quise destruirte, quise vengarme, por tu acuerdo, por eso lo hice, pero no salió bien’’. Saber que querías hacerme daño ya tenía suficiente dolor para mi corazón y mi alma.

Hoy en día terminó mi acuerdo y también mi historia con Melanie. Llena de tristeza, con lágrimas en todo mi rostro como todas las noches, quiero que seas feliz y que te vaya muy bien, Dios te bendiga, Melanie.

No quieran destrozar a las personas, sean quien sean, hayan hecho lo que hayan hecho, siempre actúen de buena fe y recuerden que si algo sale mal, ustedes no perdieron, sino que los perdieron a ustedes. Tampoco hagan acuerdos tontos que puedan costarles lo que más les duela.