Lugares Mágicos / Lo que en Verdad Importa
Filipo caminaba despacio, y observó una bella flor; recordó los viejos amores con Melba, cuando ella le puso la condición de llevarle solo flores robadas de cualquier jardín; ella le miraba a los ojos y sabía cuándo él mentía. Sin embargo los tiempos habían cambiado, no la cortaría, sólo pidió permiso para fotografiarla; ya eran mayores de 30; querían recuperar a su niña de 8, que vivía con los abuelos maternos.
Aquel día se reencontrarían para hacer un acuerdo de paz. Como escenario estaba el departamento de Eloísa, amiga en común y ex compañera del cole. Eloísa, ya llevaba 6 años ejerciendo como terapeuta y coach matrimonial. Filipo y Melba se casaron jóvenes ambos de 24 años, solo unos meses los separaba. Vivieron un año; y quizás haya sido el peor. Ambos llevaban meses asistiendo a sesiones de coach con Eloísa, y hoy se enfrentarían a un reto, desconocido.
Al llegar se abrazaron los tres, lloraron hasta que pudieron hablar. Hacía más de cuatro años que Filipo y Melba no se encontraban frente a frente, todo era a través de los suegros de Filipo, las visitas a la niña y la mesada mensual. Eloisa les entregó los tiquetes de un viaje por el caribe. Se acuerdan, les dijo, que pedí mil dólares a cada uno? Pues mañana parten para el caribe son 7 días; cada uno llevará el manual de empezar de nuevo, deseo que se comprometan a seguir instrucciones. -Cada uno acepto-
Llegaron, a la hora señalada por la aerolínea, que los llevaría a Colón – Panamá, donde abordarán el crucero. La terapia de sanación consistía en aprender a comunicar asertivamente, en lo posible sin involucrar la emoción. El vuelo de una hora, paso rápido mientras ojeaban el libro que les ayudaría tomar la decisión de restaurar su matrimonio- Los 20 secretos de la Felicidad; escrito por Marina Buzali- y aclarar “Lo que en verdad importa” era el punto central del viaje.
Ese era el reto de Filipo y Melba al llegar al crucero; aprender a comunicarse tranquilamente. Se quedaron extrañados cuando al presentarse los condujeron a camarotes diferentes, individuales. La terapia estaba en marcha, deberían seguir instrucciones, para que encontraran, ellos mismos las respuestas, de los porques del pasado, que tanto los dañaron.
Luego de instalarse en los camarotes, y vestirse cómodamente iniciaron a conocer el gigantesco barco. Le confesaron al guía asignado, que era la primera vez, que estaban en un barco de turismo y también en el mar. Recordaron la primera lección: “Sé honesto contigo y con los demás” Les ofrecieron un coctel de bienvenida, recordándoles que el bar estaba abierto hasta las 24 horas y era ilimitado. Sintieron paz y se expresaron el gusto de estar juntos, buscando como sanar heridas.
Fueron a cubierta y vieron el maravilloso mar caribe multicolor; y abrazados se pidieron perdón, porque no se dieron una luna de miel, cuando se casaron; por darle prioridad a comprar el auto, aquella vez que hicieron la lista, antes de la boda. – Melba sacó la nota del segundo secreto del libro: “el amor consuela como los rayos del sol, después de la lluvia”- W. Shakespeare- Sabes le dijo a Filipo: - todos estos años separados han sido tormenta en mi corazón- Llamaron para el snack de media mañana.
Pidieron al camarero les hiciera una foto juntos con el fondo de este majestuoso milagro de la naturaleza. Entonces dijo Filipo: - gocémonos de lo que tenemos aquí en el barco; te parece salir al baile luego de la merienda, que están promocionando en la cubierta superior? así tendremos más energía, porque el movimiento activa las energías corporales, acuérdate, que nos conocimos en el gimnasio y nos gozábamos luego del ejercicio, con un almuerzo calórico reparador…
Asombrados ante todo lo nuevo, se gozaron las danzas caribeñas y al querer pedir el tercer coctel de la tarde; Filipo, le dijo al camarero: - por favor no me ofrezca más, hasta aquí llego mi límite, Mabel se unió a su decisión; y agregó debemos estar lúcidos para terminar el proceso de la terapia y acordar nuestra vida futura. Sonó la canción de Titanic, abrazados lloraron y en medio de lágrimas, acordaron para el otro día redactar, cada uno en su camarote, el desafío “lo que en verdad importa”
Estaban en el cuarto día; se felicitaron por que estaban cambiando de acuerdo al libro, que les entrego Eloisa. Llegó la noche de cena romántica en la cubierta del crucero, que apartaron una vez llegaron el 1er día. Cada uno traía la tarea, para presentarla al otro. Coincidieron en anotar la frase de Montesquieu-“Si el hombre sólo quisiera ser feliz lo lograría” espejearon los puntos débiles que los llevó al fracaso y junto escribieron la palabra:
Quedas quemado, uno a uno la llama de la vela consumió ambos escritos. Se dieron la oportunidad de volver a empezar… Brindaron, bailaron…(pudieron resistir el contacto corporal)... El último día Melba llamó a la niña, la cual saltó de alegría, cuando le dijeron: -en seis meses cuando termines el año escolar, volveremos a vivir juntos; haremos una renovación de votos matrimoniales con tu padre;
"Porque lo que en verdad importa es nuestra familia unida"-Acordaron esa noche, reunirse con la niña todos los domingos, el día completo; sólo así se acostumbrarían a convivir en unidad. – Pronto terminará tu espera- decía la foto con vista al mar, que ambos le entregarían a su hija-
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