[Nota: Soy un ciudadano venezolano corriente con un punto de vista particular y algunas historias personales para contar. Esto no debe ser tomado como un análisis político ni un artículo de noticias. No me declaro conocedor de la verdad absoluta, todo lo que escribo viene de mi experiencia personal y razonamiento lógico nada más. No me enorgullezco de mi historia, pero tampoco me avergüenzo de ella. Muchas gracias!

Iré colocando enlaces de interés para complementar la historia.]

No olvides leer Honestamente Sombrío #1. Introducción

ENG
Honestly Shady #1. Foreword
Honestly Shady #2. Protest songs from within "The System" (Part one)

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Desastre cultural:

(3:40) ”… ¿cuándo se volvieron la mediocridad y la banalidad un buen ejemplo para tus hijos?...” Bill Hicks 1992.

Honestamente considero que el fallecido presidente Hugo Chávez Frías abusó fuertemente del poder que tiene el fortalecimiento de la identidad cultural, como herramienta de manipulación, sobre el pueblo de Venezuela desde el inicio de su mandato. Desde el momento en que tomó el control de los recursos del estado comenzaron a aparecer muchos "Festivales de Música" de la nada, cualquier pretexto era buena excusa para conmemorar lo que sea que conviniese para hacer principalmente dos cosas:

1) Abrir puestos de trabajo para las personas en la larga cola de la clientela política, que esperan literalmente chupar de los recursos del estado.

2) Aún más importante, controlar un cambio cultural promovido por sí mismo que diera nacimiento al "nuevo hombre venezolano". Tenía que ser la máquina de propaganda más gigantesca y costosa jamás creada.

Para cuando Chávez apareció en escena, después del golpe de estado del año 1992, los venezolanos veníamos transitando tres décadas de una debacle sociocultural, producto de un sistema de gobierno rentista petrolero, que arropado en el principio de la alternancia de poder convenció a toda la población del país que sólo había dos opciones políticas lo suficientemente buenas para representarlos. Estos fueron los partidos políticos más poderosos que pasaron prácticamente treinta años jugando a la pelota con el despacho presidencial.

[Nota: hay muchas opiniones sobre esto, algunas personas afirman que Venezuela era un paraíso democrático antes de la anárquica revolución. Recomiendo investigar un poco y entrar en el contexto histórico para crearse una opinión personal, no tomen mi palabra como un absoluto.]

El resultado de este juego de pelota con la identidad del país y la obvia orgía de corrupción que terminó filtrándose a los medios de comunicación durante la década de los 80, creó el escenario perfecto para que una vieja, corrupta, obsoleta y alienada clase política se estableciera como ejemplo para todo el país. Ellos también abusaron de la “identidad cultural” del venezolano, que ya estaba moldeada por muchos años de una dominancia político cultural. Crearon un ciudadano no consciente que pensaba que sus derechos dependían de la lealtad a una causa política (o social), en vez del reconocimiento de su propia venezolanidad. Para el 28 de febrero de 1989 los venezolanos nos vimos en medio de un enorme colapso socio-económico que no llegamos a comprender del todo, no era de extrañar que la gente más afectada adoptara la bastante ya esparcida idea de izquierda, para buscar consuelo en medio de tal pasticho socio-cultural.

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Las canciones troyanas

A finales de los 60, la pobreza ya era un verdadero problema en las zonas urbanas del país. Los políticos, en vez de proponer soluciones estructurales al problema, decidieron capitalizar políticamente la situación de las personas menos favorecidas, obteniendo el voto de los pobres a través de variadas técnicas populistas de manipulación, ayudados por los artistas influyentes de la época, que se pensaban a sí mismos como parte de un status quo que nunca caería.

Las élites vivían un sueño que no les permitía ver lo que se cocinaba bajo sus narices. En la búsqueda de "algo" a que aferrarse para darle vida a la esperanza de una salida a la situación, la “gente de a pie” de todo el país empezó a encontrar en la trova cubana la excusa más aceptable. Estos artistas de izquierda serían considerados “la voz del pueblo” de América Latina.

Muchos artistas de trova cubana fueron escuchados durante las décadas de los 70, 80, 90 e incluso hoy día.

Inclusive en Venezuela "fabricamos" nuestras propias versiones de estos artistas:

Cuando Chávez finalmente llegó al poder en el año 1998 sabía que en todas las universidades públicas del país habría legiones de hombres y mujeres que desde hacía muchos años estarían incubando en su mente el sentimiento revolucionario contagiado por la masiva difuminación del mensaje de protesta de estos artistas de trova. A estas siempre las he considerado como canciones troyanas, parecen protestar contra un sistema imperial y cantar las glorias de "héroes revolucionarios"pero al mismo tiempo funcionan como una eficaz herramienta de propaganda para propagar el sentimiento (más no necesariamente el pensamiento...)revolucionario. Esta sería una de las herramientas favoritas en las que la mal llamada Revolución Bolivariana de fallecido ex-presidente invertiría vastas sumas de dinero, tanto del estado como de muchos bolsillos privados.

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Una fiesta de Trova

Recuerdo que en algún momento del 2003, fui contratado por un pequeño cantante de trova que consiguió una fecha (concierto) en un nuevo conjunto de festivales anuales que se celebraban en nombre de Alí Primera. Esa vez el festival se celebró en Guanare, una pequeña ciudad, a ocho horas al suroeste de Caracas. Yo era joven y bastante nuevo en la industria, necesitaba la experiencia, e incluso si el pago no era realmente mucho, era una buena excusa para aprender algo nuevo.

Aprendí que este festival era sólo uno de tantos que fueron producidos por el gobierno, como parte de una fiesta cultural (SIEMPRE usando la cultura como pretexto) que los venezolanos merecían como parte de los bienes que la revolución tenía para nosotros. Con toda honestidad y tratando de ser lo más preciso posible, estos "festivales" eran generalmente tres o cuatro días de puro beber alcohol y de gente borracha cantando toda canción latina de trova existente. Vi mucho consumo de cocaína, y aunque como músico uno tiende a tener una mentalidad abierta, yo era muy joven y no sabía lo suficiente para cuestionar nada o pensar más allá. Esta fue mi primera experiencia con ese ambiente.

Ese mismo año tuve la suerte de conseguir un trabajo muy diferente que me mantendría lejos de esas "fiestas culturales" del gobierno durante mucho tiempo. Comencé a trabajar para una banda de versiones que trabajaba principalmente con oficinas de mercadeo de compañías privadas, que organizaban conciertos para promocionar sus productos en las diversas discotecas de Caracas y otras ciudades cercanas. Fue un trabajo muy bueno y me quedé con ellos hasta el 2010, cuando fui llamado por algunos buenos amigos músicos que estaban poniendo en marcha un proyecto realmente genial y original, que vi como una buena oportunidad para trabajar creativamente en algo realmente único y productivo.

Durante siete años llegué a ver cómo el mercado de la música, que una vez fue una industria prometedora, se convirtió en un negocio exclusivo del género "urbano". En sólo siete años vi a estos chicos (y otros más como ellos), convertirse en grandes estrellas internacionales y emprendedores muy exitosos. La banda de versiones con la que estuve trabajando empezó a conseguir contratos para tocar en muchas fiestas privadas de la nueva élite bolivariana, y recuerdo alternar con estos artistas "urbanos" en al menos 8 de cada 10 fechas. Por lo tanto, entre la élite eran incluso más grandes que entre las masas, eran incluso buenos amigos y socios comerciales en la mayoría de los casos.

A las masas les encantaba esta nueva ola de bandas de dúos que claramente promovían la banalidad, la mediocridad y el comportamiento lúdico como un concepto artístico, por lo que el gobierno se aseguró de que muchos de ellos actuaran en cada evento "cultural" o electoral que pudieran conseguir.

Incluso consiguieron que las orquestas más importantes de El Sistema tocaran junto a estos artistas (El Sistema probablemente será un capítulo secundario de la serie Honestamente Sombrío).

Aunque estos artistas hacían un buen trabajo manteniendo a las masas bailando y reproduciéndose a tasas realmente rápidas, no hacían realmente un buen trabajo manteniendo a esas masas bien adoctrinadas en la mentalidad "revolucionaria", después de todo, estos artistas son el tipo de gente a quienes les gusta usar zapatos de $3000 y comprar propiedades en FL y NY, y eso no es realmente "revolucionario". Era necesario un nuevo tipo de artistas para ayudar al lavado cerebral da la ya alterada población de venezolana…

FIN DE LA PRIMERA PARTE
continúa a segunda parte

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