Universalmente el color verde se ha caracterizado por ser el representante de la vida, y no solo en cuanto al ser humano sino también en la naturaleza. El verde es sinónimo de la frescura y antónimo de lo marchito.

Esta fotografía es parte de una serie de 5, cada una representa un color en particular de un fragmento de las tonalidades frías dentro del circulo cromático.

Como narrativa utilicé el proceso de mascar un chicle, pero agregué elementos en colores surrealistas para caracterizar ATERESART.

En estas fotografías utilicé un aro de luz led y una luz de techo y una cámara canon t3i, además conté con la magnífica ayuda de mi maquilladora estrella Maricruz Morales.

Espero que les haya gustado, y si quieren ver el resto de la serie no olviden ver los siguientes post.