Ese pez me ha echado algo en el vaso

Ese pez me ha echado algo en el vaso, típica frase que le cuenta la sardina hija a la sardina madre cuando llega a las tantas de la madrugada, haciendo eses, vomitando por todo el acuario con un torzón de campeonato. Vamos a explicarlo.

Por lo visto han descubierto un tipo de pez que utiliza su veneno de la siguiente manera. Droga a sus presas. El veneno funciona tipo heroína o opiáceos, ralentizando los movimientos de los animales. El pez se aleja del lugar, para evitar posibles represalias y más tarde vuelve para degustar a sus víctimas.

Aunque parezca un pez simpático, incluso para tenerlo en el acuario de nuestra casa, su esqueleto muestra un aspecto bastante distinto, casi sacado de una peli de terror. Este aspecto despista un poco a los investigadores ya que por su anatomía, con esa boca amenazante, parece que está hecho para cazar y atacar a su víctimas. Todo lo contrario que hace el pez, que suministra el veneno (como cualquier camello de barrio), huye dejando que actúe y luego ya vuelve para comer, desaprovechando su gran potencial en las mandíbulas. Los científicos ahí le están dándole al coco a ver si consiguen  averiguar cuando se produjo el cambio en sus comportamientos. De ser un gran predador a actuar de manera completamente distinta.

Como casi todos los venenos del mundo animal ya se está buscando su aplicaciones dentro del mundo de la medicina

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Imágenes:

diverosa.com

sosabesnada.com