Esta es una película sobre el mundo, mucho más que trillado, de los tiburones.
La vi el otro día y tiene algunas cosas interesantes. Cuando digo algunas quiero decir pocas, no os penséis que estamos delante de un peliculón.

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Muchas películas existen con la base del terror que provoca lo desconocido del fondo marino y muchas en concreto con los tiburones de fondo (nunca mejor dicho). Me imagino que la primera o de las primeras sería esa fantástica Jaws, aquí llamada Tiburón que dirigió brillantemente el señor Steven Spielberg allá por 1975.
Hay películas de esta temática con algunos argumentos que se sostienen más o menos un rato, pero según avanza la película, hacen aguas por todas partes... por ejemplo aquí tenemos el caso, me meto en un jaula en el mar con tiburones alrededor por hacerme un selfie. Ahhhhhhhhhh!
Bueno, viendo como funciona el mundo hoy en día igual no es tan raro. Que pena.

En definitiva, esta peli es un tributo a la estupidez.

Para ir rápido. La cuestión es la siguiente. Dos hermanas de vacaciones en México. Un más lanzada y aventurera, la otra más cauta y que está pasando por un situación de ruptura sentimental. La lanzada anima a su hermana a nadar entre tiburones para poder hacerse un selfie y subirlo a las redes sociales para que su ex-pareja se de cuenta de lo bien que se lo pasa sin él (no estoy bromeando, este es el argumento). Ah, se me olvidaba, este planteamiento bajo la lógica del cine... no sale bien y los problemas se suceden bajo el agua (es que quien inventó eso de que debajo del agua no se pueda respirar con facilidad).

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Si uno se fija un poco, ya se puede ver quien es la lanzada y quien la soseta.

Por no citar las cosas negativas, vamos a dar un paso al frente y nos centraremos en lo positivo.
La acción y el agobio típico de estas situaciones (nadar con animalitos grandes y con muchos dientes) llega pronto, y eso se agradece bastante. La tensión, con algún altibajo, una vez metidas en el agua, se mantiene bastante constante.
El otro aspecto positivo es como están conseguidas las imágenes de los tiburones, no tanto cuando atacan si no cuando simplemente nadan al lado de las protagonistas... muy bien conseguido, son unas imágenes espectaculares que me hacen plantear sin están retocadas, es puro ordenador, como lo hicieron. Realmente ¿Estaría dispuesto a ver el making off? Jeje, eso es mucho decir.

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Para concluir, podemos decir que la función de entretenimiento la cumple, que tiene buenas tomas, crea algo de sensación inquietante, que eso siempre es positivo, pero por lo demás...
Si eres fan del mundo de los escualos, me imagino que la querrás ver. Si quieres pasar un rato medio entretenido y con algo de tensión, me imagino que la podrás ver. Si pasan del mundo marino y quieres ver algo con calidad... aléjate de esto.

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La película esta condenada a hundirse tan hondo o más de esos 47 metros propuestos.

Espero que os haya gustado la crítica y ya sabéis... a comentar aquí abajo.

Un saludo y hasta la próxima.

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