Qué pasa Steemians!

El otro día estuve comiendo por tierras del Cinca Medio en su zona más al Sur ya lindando con la comarca Cinca Bajo, en la provincia de Huesca y como es lógico probamos un vino de la tierra, que paso, por supuesto a continuación a comentar.

TIERRAS DEL CINCA joven 2016

Zona: Belver de Cinca (Huesca)
Bodega: Valonga
Uva: Tempranillo
Año: 2016
Grado alcohólico: 13,5 %
Precio: 3,90 €

La indicación geográfica Vino de la Tierra Valle de Cinca se ubica en el sur de la provincia de Huesca, zona que limita con la comunidad de Cataluña. Bajo este hombre de Vinos de la Tierra del Cinca se encuentra vinos producidos en los municipio oscenses de Fraga, Monzón, Tamarite de Litera, Albalate de Cinca, Altorricón, Binéfar, Vencillón y Zaidín o el protagonista de hoy Belver de Cinca.

Como cada uno de estos pueblos tienen pocos viñedos los vinos que producen son embotellados por distintas bodegas aunque mantiene el nombre de Tierra Valle del Cinca. Este en concreto ha sido embotellado en la bodega Valonga que está ubicada en el municipio de Belver de Cinca.

Fuente

Este vino fue ofrecido como vino de la casa, vino de la zona. Ya que estábamos por un zona que no solemos visitar enseguida aceptamos gustosos en probar los caldos de la zona.

El vino en un primer lugar no dice nada y en un segundo lugar... tampoco. Muy simplón y a la temperatura que nos lo ofrecieron, excesivamente frío, no facilitaba comprobar sus matices.

En cuanto a color un granate armonioso, destacando sobre todo la intensidad.
Debido a su temperatura no se podía apreciar los aromas así que lo dejamos con un aroma suave sin reminiscencias claras.
En boca destaca su suavidad, su facilidad de beber. No aporta nada pero tampoco resta.

Es un vino que pasa sin pena ni gloria y en el que la relación precio es más que justa. Por menos de 4 euros lo único que pedimos es que no nos desagrade.

Vamos ahora a centrarnos en el maridaje que si que e vamos a sacar un poco más de miga.

De primero de gustamos un coca con escalibada, arenque, manzana y olivas negras. Una conjunción se sabores magníficos, con una muy buena presentación y con unos brotes de soja que no aportaban nada. La verdad es que estaba deliciosa.

De segundo un lomo de potro acompañado de un pastel de bacon y patata. Me encanta el potro es sabor un poquito dulce que tiene, maridaba muy bien con el vino, aunque con otro vino con un poco más de fuerza hubiera sido perfecto. Una pega estaba algo frío.

De postre cayó entre pecho y espalda un sopa de chocolate con helado de menta. E helado de menta no me hace mucha gracia pero el chocolate.. estaba sublime, y sin ser muy "laminero" (goloso en aragonés) lo disfruté increíblemente. Mirad mirad.

Esto ha sido todo amigos. Me despido hasta próximo el "Buceando en Vinos" que espero que no pase tanto tiempo como desde el anterior.

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