Abrumado por el sufrimiento

Aquí estoy nuevamente, abrumado por el sufrimiento, está lloviendo... y veo en cada gota una señal de devastación, mis ojos están clavados en la distancia lejana del horizonte y mi mente está quieta...

Ha cesado todo pensamiento, mi ser se balancea con la música del viento y mi rostro siente la frescura del agua, la gente camina apresurada para protegerse, ¿protegerse? ¡No necesitan protegerse! No necesitan apresurarse, ya alguien los está cuidando...

Harán todos lo que tengan que hacer, irán todos a donde tengan que ir, y yo aquí estoy nuevamente, abrumado por el sufrimiento, calmando todo sentimiento, despojando a mi cuerpo de las andanzas del corazón.

No quiero olvidar, quiero recordar lo que he vivido, quiero vivir lo que recuerdo, pero aquí estoy nuevamente, abrumado por el sufrimiento, abrazando los deseos imaginados y corriendo hacia un destino incierto.

Mi deseo no es cambiar el rumbo de mi mirada, mi deseo es permanecer en los ideales alcanzados y en los que estoy por alcanzar, mi deseo no es correr, mi deseo es contemplar, mi deseo es crecer, mi deseo es entender.

No quiero olvidar, pero mi deseo es dejar atrás las cenizas de lo que ardió con las llamas de lo que no puede ser, de lo que no existe, de lo que se esfumó, de aquello que no es, pero que sin embargo dejó de ser, de lo que pasó de no ser, a la no existencia.

Llora mi corazón y llora mi alma, llora mi ser... entonan una canción de lamento y las manos de mi mente tocan tu aliento, mis manos tocan tu piel ¿es esto algo que no es? y que ¿también dejará de ser?

Aquí estoy nuevamente, abrumado por el sufrimiento, es este desierto no existe ninguna señal de vida, el agua de la lluvia parece que quema como ácido cualquier resto de movimiento, todo está ya quieto...

Puedo callar lo que estoy gritando y puedo esconder lo que estoy mostrando con la magia de las palabras y con la lógica de los sueños, puedo sonreír lo que estoy llorando y puedo olvidar lo que estoy recordando.

Veo que aún no he recorrido la mitad del camino, pero no me he dado por vencido, mi lucha es continua y todo el camino debe ser recorrido, estará lloviendo, estará nevando y el sol quemará algunas veces, pero la brisa que se pasea por mi cuerpo me da la esperanza de que lo que no es, puede ser, de que lo que no es y dejó de ser, puede ser de nuevo.

Pero aquí estoy nuevamente, abrumado por el sufrimiento, me cubre la arena del desierto y el viento reseca mis ojos, camino ciego, muy solo, agotado, clamo por una ayuda que no llegará.