Hola, Buenas noches a todos, gracias por permitirme comunicarme con ustedes y espero que le guste mi publicación y pensamiento. Hoy les quiero comentar y dar mi opinión sobre la Traición. Desde muy pequeño me han enseñado valores, dentro de los cuales ser fiel y sincero están involucrados. ¿No les ha pasado que están en un dilema, que cualquier opción que escojan se sentirán de algunas formas un poco culpables al realizarlas? Pues yo siempre he tenido ése dilema, aunque sé cuál sería mi respuesta y la vida siempre me lo presenta, ¿Qué prefieres, ofender con sinceridad o mentir por educación?... Creo que éticamente lo más correcto sería mentir por educación, pero siempre he ofendido con sinceridad porque así creo que las personas de alguna forma podrían ver sus defectos y mejorarlos.

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Para adentrarme en el tema creo que la Traición siempre ha estado presente desde el principio de los tiempos, desde que Judas traicionó a Jesús hasta la actualidad que el gobierno de Venezuela traiciona el socialismo. Siempre me he preguntado el por qué traicionar si eso trae tantas consecuencias terribles, desde perder una amistad hasta el simple hecho de causar un rencor tan fuerte que acaba con vidas. Si eres una de esas personas escépticas y piensas que nunca te han traicionado te preguntaré ¿Ningún “amigo” no habló mal a tus espaldas”? ¿Tu exnovia no se besó con otra persona y por eso terminaron? ¿Tus padres nunca te dijeron que los regalos de navidad los traía un ser mágico o milagroso? ¿Nunca le echaste la culpa a tu hermano para safarte te un regaño? Si no te ha pasado nada de esto, pues te felicito eres la reencarnación de Buda y todos te aman sinceramente.

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Muchas personas creen y opinan que la traición es una acción que es imperdonable, que todo aquél que la realice debe de morir pues el que traiciona demuestra sus verdaderas intenciones y por lo general ocasiona daños muy severos y traumantes, de ahí vienen las personas y dicen “No creo en nadie, ojalá y todos los falsos murieran”… Cuando leo o escucho éste tipo de comentarios me quedo realmente impactado, que una persona le desee lo peor a alguien, que le desee la muerte a alguien a la ligera es muy sorprendente. A mí me han mentido, me han traicionado y creo que son muy profundo el dolor, pues fueron personas que son muy cercanas a mí, y sí, es verdad, llegué a tener un rencor muy inmenso pero me di cuenta de que no vale nada tener ése tipo de sentimiento, solo te llegas a consumir tú mismo, te vuelves un miserable, hasta llegas a tener un cambio rotundo con tu manera de ser con los demás, pero créeme no vale la pena y me di cuenta tan solo teniendo 15 años de edad... ¿Por qué no vale la pena? Pues ya te lo dije, te empiezas a consumir tu mismo, empiezas a cerrarte emocionalmente, dejas de disfrutar esos momentos especiales con tus verdaderos amigos, empiezas a hacerte daño a ti mismo y de verdad que no atrae nada bueno.

En esta publicación no busco que empieces a regalar tu confianza a todo el mundo y vivas la vida feliz y alocada pensando que esta misma es color de rosas, todos sabemos que eso no es verdad… Ojo, recuerda que tu solo confías en las personas que de verdad lo merecen… Simplemente busco que valores todas esas acciones que demuestran lo que la persona de verdad siente por ti, así te darás cuenta quién es tu amigo y quién no lo es, pues las traiciones más graves y fuertes son las que reparten esas personas que tú crees que son especiales. Para concluir, una vez mi abuela me dijo que amigos son muy pocos, como mucho serán 2 o 3 y creo que eso es verdad, pues amigos son los que están siempre en todo, a pesar de las circunstancias, pero no creo que por ese hecho haya que tratarlos a las demás personas mal, tratarlos a todos como enemigos que solo te quieren ver mal… Da la mano a todos, si ellos no lo aprecian es problema de ellos, tu cumpliste actuando como un ser muy valioso que puede mejorar éste mundo lleno de malas intenciones…

“Sé quiénes son falsos pero igual les doy la mano, porque aunque me digan hippie, en el fondo somos hermanos”-Tyrone José Gónzalez Oramas.